Quinta enfermedad (eritema infeccioso)
El Parvovirus B19 es el causante del eritema infeccioso o quinta enfermedad, una infección vírica habitual en la infancia que se caracteriza por sarpullidos en las mejillas, de ahí que popularmente se conozca como enfermedad de la bofetada. En las embarazadas sí puede ser grave.

Tratamiento de la quinta enfermedad

Por: Dra. María Teresa Romero Rubio

Pediatra en el Hospital de Manises (Valencia)

Actualizado: 30 de mayo de 2024

El tratamiento de la infección causada por el Parvovirus B19 es sintomático o de sostén, ya que no hay un tratamiento específico para la quinta enfermedad o eritema infeccioso, y la mayoría de los niños contagiados se recuperan sin necesidad de tratamiento médico específico.

Los antitérmicos, analgésicos como el acetaminofén (paracetamol) y antiinflamatorios, como el ibuprofeno, son los más frecuentemente utilizados para aliviar la fiebre, el dolor y el malestar general. En paralelo, conviene mantener al niño cómodo y permitirle descansar adecuadamente, así como asegurarle una buena ingesta de líquidos para mantener la hidratación.

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En el caso de que el sarpullido sea pruriginoso (es decir, que produzca picor), se puede dar un antihistamínico suave durante unos días. Para evitar que rebroten las lesiones cutáneas, es mejor evitar los baños con agua muy caliente o la exposición directa al sol.

La infección en los niños sanos cura sin secuelas, y deja inmunidad permanente, por lo que una vez pasada los padres podéis estar tranquilos ya que no se puede volver a contraer.

En el caso de las mujeres embarazadas que contraen la infección es importante que sean monitoreadas de cerca debido al riesgo de hidropesía fetal y otras complicaciones. Para ello se realizan ecografías frecuentes para monitorizar el desarrollo fetal. En estos casos, conviene acuddir a la consulta de un especialista en medicina materno-fetal para evaluar la necesidad de intervenciones adicionales.

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Prevención de la quinta enfermedad

No existe vacuna frente al Parvovirus B19, por lo que la única forma de evitar su contagio es la prevención. Como sabemos que su mecanismo de transmisión es a través de las secreciones respiratorias, para prevenir el eritema infeccioso es fundamental el lavado de manos, sobre todo después de toser, estornudar o tocar superficies potencialmente contaminadas, así como la utilización de pañuelos de papel cuando se está resfriado y mantener una higiene adecuada en escuelas y guarderías donde convivan varios niños, lo cual también incluye a sus profesores.

Pronóstico del eritema infeccioso

El pronóstico para la mayoría de los niños es excelente, con recuperación completa y sin secuelas a largo plazo. La erupción y los síntomas asociados suelen desaparecer en 1 a 3 semanas. En casos complicados, el seguimiento y el manejo adecuado de las complicaciones son cruciales para un buen desenlace.

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Creado: 3 de diciembre de 2013

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