Videojuegos para tus hijos: descubre los más adecuados
Los videojuegos se han convertido en el entretenimiento rey de los pequeños de la casa. Escoger el adecuado y conocer sus recomendaciones de uso son tareas imprescindibles de los padres.
Aspectos positivos y negativos de los videojuegos para los niños
Periodista especializada en bienestar, embarazo e infancia
Actualizado: 5 de mayo de 2023
En cuanto a los efectos beneficiosos y dañinos de los videojuegos para los niños, existe una gran controversia e innumerables estudios que indican ambas cosas. Según diversos trabajos y especialistas en diversas áreas, usados razonablemente, los videojuegos pueden tener algunos efectos positivos sobre los niños, por ejemplo:
Desarrollan sus reflejos y agilidad mental y mejoran la coordinación manual.
Los niños que le dedican una hora a la semana pueden ayudar a mejorar su respuesta psicomotora, pero un uso más allá de este tiempo podría provocar problemas de comportamiento y sociabilidad, tal y como ha mostrado un estudio publicado en la revista Annals of Neurology.
En niños con problemas de movilidad causados por parálisis cerebral este tipo de juegos pueden mejorar su control sobre el cuello y su postura, según expone un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Promueven el trabajo en equipo en el caso de los juegos para varios jugadores.
Muchos están pensados con fines educativos, así que, a la vez que juegan, aprenden sobre todo tipo de disciplinas. Un estudio indicó que bien usados los videojuegos podrían ayudar a mejorar las notas.
Jugados en familia, pueden ayudar a estrechar lazos y pasar tardes súper divertidas.
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En contra de los videojuegos para niños
No obstante, también existen riesgos que es importante saber, incluso la Organización Mundial de la Salud ha llegado a considerar el abuso de los videojuegos como un trastorno mental. En contra de su uso en niños se ha descubierto lo siguiente:
Como en su día la televisión, los videojuegos se han convertido en blanco de todas las críticas por los potenciales peligros que entrañan. Es cierto que, si su única diversión es jugar con la consola, el niño acabará por volverse un adicto, dando constantes muestras de ansiedad y nerviosismo.
Esta dependencia también le hará dejar de relacionarse con sus amigos y de prestar atención a su entorno, pues según Abel Domínguez, psicólogo clínico experto en niños del Colegio Oficial de Psicólogos (COP), los niños que pasan más tiempo jugando a videojuegos tienden a aislarse socialmente.
Los niños pueden quedar expuestos a contenidos no aptos para su edad, porque algunos videojuegos contienen escenas de sexo, violencia, juego, utilizan lenguaje soez, etcétera.
Existe riesgo de sobrepeso u obesidad debido al sedentarismo al que obligan la mayoría de los videojuegos. De ahí la buena acogida que han tenido los juegos que te obligan a moverte o practicar algún deporte.
Además, los videojuegos de pantallas cercanas como videoconsolas portátiles pueden afectar a la visión de los niños, concretamente a la visión de lejos, tal como explica la Dra. Rosa Borges, especialista de la Clínica Eurocanarias Oftalmológica, algo que se hace más peligroso si se juega en sitios cerrados y sin luz.
Abusar de los videojuegos de pantalla, ya sean en ordenadores, televisores o videoconsolas, puede causar problemas emocionales en niños entre dos y seis años, según ha revelado un estudio.
Un estudio publicado en la revista Molecular Psychiatry también descubrió que usar demasiado los videojuegos de acción podrían reducir la materia gris del cerebro, que es la encargada de la memoria, visión espacial, regulación del estrés y la memoria, por lo que aumentaría el riesgo de enfermedades neurológicas como la esquizofrenia o el alzheimer.
Al conectarse con otros jugadores a través de Internet, pueden conocer a gente indeseable o facilitar datos que no deberían.
Una última pega: las consolas son productos caros, y los videojuegos, también.