Con los videojuegos infantiles, además de limitar el tiempo, es imprescindible saber a qué juega el niño y jugar con él, o, al menos, interesarnos por lo que hace frente a la pantalla. Si nuestro hijo nos pide el último videojuego de moda, debemos primero asegurarnos de que está recomendado para su edad e informarnos sobre su contenido. Otros consejos muy útiles son:
- Fija unas normas de uso, muy estrictas si se trata de menores de 15 años. A partir de esa edad, se puede ir abriendo un poco la mano.
- Intenta que tus hijos jueguen en sitios comunes del hogar, no encerrados en su habitación. También es recomendable vigilar el juego fuera del hogar, por ejemplo, en casas de amigos. Recuerda que los dispositivos portátiles son más difíciles de controlar.
- No compres productos piratas y controla el intercambio entre los amigos.
- Activa los controles parentales de las videoconsolas y los ordenadores que tengáis en casa. Y mantén siempre actualizados todos los programas antivirus.
- Si tus hijos quieren jugar online, primero hazlo con ellos y explícales los riesgos sobre la privacidad que entraña esta práctica. Mantened siempre la línea de diálogo abierta.
- Aunque también existe oferta para menores de tres años, tu pequeño agradecerá más que le lleves al parque que ponerle delante de una pantalla. Y, cualquiera que sea su edad, no os olvidéis de proponerles otras opciones de ocio.
La Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (ADESE) y el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO) han publicado una Guía para orientar a los padres en este tema. Puedes leer en este enlace la Guía para padres y madres sobre uso seguro de videojuegos por menores.