Qué es la caspa y tipos de caspa

¿Quién no ha tenido caspa alguna vez? Lo raro sería responder no a esta pregunta. La caspa se produce con la renovación celular del cuero cabelludo, actividad que se intensifica en invierno, por lo que es más habitual detectar escamas blancas entre el cabello o sobre los hombros en ciertas épocas. Sin embargo, puede convertirse en un problema cuando su aparición es frecuente o en cantidad abundante, ya que más allá del efecto antiestético podría ser indicio de alguna enfermedad, como una dermatitis.

¿Qué es la caspa?

La caspa es una afección común del cuero cabelludo que provoca la descamación de la piel. Se conoce también como dermatitis seborreica y se caracteriza por la presencia de pequeñas escamas blancas o amarillentas que se desprenden con facilidad del cuero cabelludo y se pueden notar en el cabello, la ropa o en los hombros.

Los síntomas comunes de la caspa incluyen la aparición de escamas en el cuero cabelludo, picazón, enrojecimiento y sensación de ardor, estos dos últimos pueden ser especialmente notables en casos de dermatitis seborreica. La caspa puede ser una condición crónica o puede presentarse de forma intermitente. Por otro lado, dependiendo del tipo de caspa, la piel del cuero cabelludo puede aparecer seca y escamosa (caspa seca) o grasa y aceitosa (dermatitis seborreica). Estos cambios en la apariencia de la piel pueden ser visibles y pueden afectar la apariencia general del cabello.

En algunos casos, la caspa puede ser un síntoma de una afección subyacente más grave, como la psoriasis del cuero cabelludo o una infección fúngica. Si la caspa persiste o se acompaña de síntomas severos, es recomendable consultar a un dermatólogo para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.

Y es que, la caspa puede ser mucho más que un problema estético. Aunque eso sí, la caspa no es contagiosa ni un indicador de falta de higiene y por lo general puede controlarse utilizando un champú suave adecuado a diario. Pero si quieres combatirla y lucir una melena limpia y unos hombros inmaculados, para conseguirlo puedes seguir los consejos que te ofreceremos más adelante. Pero antes, veamos qué tipo de caspa sufres para encontrar la solución más acertada a tu caso particular.

Tipos de caspa

Existen dos tipos de caspa que pueden afectar al cuero cabelludo, la caspa seca y la caspa seborreica:

• La caspa seca, que es la más frecuente y la que se relaciona con el proceso natural de renovación de la piel. Las escamas son finas, secas y blancas (también grises) y se desprenden fácilmente del cuero cabelludo tras un cepillado o de forma natural. Estas escamas suelen ser más pequeñas y menos grasosas que las de otros tipos de caspa. La caspa seca puede ser causada por la sequedad del cuero cabelludo, el uso de productos capilares agresivos, el clima frío y seco, o el lavado frecuente con agua caliente. La picazón suele ser leve. También se la conoce como caspa no inflamatoria, y se identifica con un cabello seco, sin brillo y áspero.
• La caspa seborreica es el otro tipo, y es un indicador de una dermatitis. Se produce debido a una hiperseborrea, es decir, un incremento de la producción de grasa en el cuero cabelludo–que pueden afectar también a otras áreas ricas en glándulas sebáceas, como las cejas, los pliegues nasolabiales y el área detrás de las orejas–. El pelo se caracteriza por estar brillante y lubricado. Este tipo de caspa se presenta en forma de escamas gruesas de color amarillo y son más adherentes al cuero cabelludo, por lo que es más difícil retirarlas que con un simple cepillado. A menudo van acompañadas de enrojecimiento, inflamación y picazón intensa. Además, en algunos casos, este tipo de caspa se asocia también con la alopecia.