Componentes del café
Actualizado: 28 de julio de 2023
Se ha colado entre nuestras costumbres el despertar por la mañana con el aroma de un buen café, muchos incluso no pueden empezar el día sin sentir su sabor y no hay comida que se precie si no se termina degustando unos sorbos. A pesar de su largo recorrido por la Historia, hasta hace no demasiado al café se le asociaban más contraindicaciones que beneficios. Sin embargo, en los últimos años son muchos los estudios científicos que se centran en sus propiedades positivas para el organismo.
Sin ir más lejos, distintas investigaciones han descubierto que puede ayudar a prevenir varias enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2, el párkinson, algunas enfermedades hepáticas (hígado graso, fibrosis, cáncer de hígado) e, incluso, el ictus. Eso sí, tómalo siempre con moderación por supuesto.
Los granos para preparar esta imprescindible bebida se extraen de la planta llamada cafeto, de la cual existen hasta 124 especies silvestres conocidas, pero solo dos se consumen: arábica y robusta. La primera representa el 75% de la producción mundial, por una cuarta parte de la robusta. Amaia Iriondo, bioquímica y doctora en Ciencias de la Alimentación, aclara que “El café arábica tiene un sabor más delicado, frutal y dulce, por su menor contenido en cafeína (en torno al 1%) y mayor contenido en azúcares (7,5% de sacarosa) y en grasa (16%); además, es más aromático. En cambio, el café robusta tiene un sabor más intenso, amargo y fuerte por contener más cafeína (2%), y tiene más cuerpo”.
Desde la Asociación Española del Café apuntan que por razones climatológicas, el café se cultiva sólo en países tropicales, siendo los principales productores de café del mundo Brasil, Vietnam, Colombia, Indonesia, Etiopía, Uganda, India, Honduras, Perú, México y Guatemala.
Los principales componentes del café
Para entender sus efectos positivos tenemos que desengranar algunos de los componenetes del café. Entre las muchas sustancias bioactivas para la salud del café, la principal es la cafeína. Sus efectos más estudiados repercuten positivamente sobre el estado de ánimo, la fatiga, el cansancio físico, el rendimiento mental o la actividad motora, al considerarse un estimulante del sistema nervioso central que puede aumentar el estado de alerta. La cafeína es una de las tres metilxantinas presentes en el café junto con la teofilina y la teobromina.
Pero no es el único componente, el Dr. Francisco M. Toquero de la Torre, especialista en Nutrición Clínica y Dietética destaca los ácidos clorogénicos, como el harmol, compuestos antioxidantes que s pueden ayudar a reducir la inflamación y a combatir los radicales libres y hacen frente al estrés oxidativo de las células.
La parte más grasa del café viene dada por los diterpenos, los cuales parecen tener propiedades anticancerígenas, aunque podrían empeorar el perfil lipídico, al aumentar las cifras de colesterol total y LDL o malo. Un consejos: prepara el café filtrado para reducir la concentración de estos compuestos.
Pero sin lugar a dudas, los componentes más beneficiosos del café son los polifenoles. Compuestos antioxidantes que son los encargados de protegernos frente a diferentes enfermedades, entre ellas las cardiovasculares, ejerciendo un efecto protector sobre el corazón y las arterias.
Por otro lado están los aceites esenciales que son responsables del aroma distintivo del café, y que se liberan cuando se muele y se prepara el café, lo que contribuye al olor agradable y característico de esta bebida que asociamos con el desayuno o una buena sobremesa.
También aporta aunque en menor medida algunos otros micronutrientes, como "magnesio, así como una baja concentración de sodio, y una concentración interesante de potasio. Este último componente tiene un efecto positivo en la salud cardiovascular", como apunta María Dolores del Castillo, Bioquímica y doctora en Ciencia y Tecnología de los Alimentos del CSIC, autora del libro ¿Qué sabemos de el café?.
Cabe recordar que la composición exacta del café puede variar dependiendo del tipo de café (como café de filtro, espresso o café instantáneo), el grado de tostado de los granos y el método de preparación. Además, el café también puede contener compuestos volátiles que pueden variar en función del tipo y origen de los granos utilizados.
Creado: 16 de noviembre de 2011