Las salus son profesionales sanitarias, enfermeras o auxiliares de enfermería con formación específica en atención al recién nacido, que se encargan del cuidado del bebé a domicilio durante las primeras semanas después del parto, etapa en la que tanto padres primerizos como con experiencia suelen tener dudas y temores, más aún si el bebé es prematuro, ha nacido en un embarazo múltiple, tras una cesárea o tiene algún problema de salud. O simplemente, las salus pueden aportar una ayuda extra a aquellos padres que por tiempo o por otras dificultades personales o de salud no puedan dedicarle al neonato todo el tiempo y cuidados que éste necesita.
Todos los padres aseguran que tener hijos es lo mejor que les ha pasado en su vida. Sin embargo, reconocen que no siempre es fácil. Adaptarse a los horarios del pequeño requiere su tiempo y las dudas son infinitas, sobre todo los primeros días. Desde el embarazo, los progenitores pueden comenzar a aprender algunas cuestiones en los cursos de preparación al parto, además, son pocos los que se resisten a leer revistas y libros sobre el tema, pero de la teoría a la práctica suele haber un trecho que no siempre es sencillo de cruzar. En este sentido, las salus son profesionales que pueden echaros un cable gracias a sus conocimientos y profesionalidad.
Lo ideal es que se contraten sus servicios tres o cuatro semanas antes del parto, así se podrán organizar con tiempo suficiente para que todo esté claro cuando llegue el esperado momento.
Pueden trabajar en distintos turnos, según las necesidades de la pareja: mañana, tarde, noche. Pero, el servicio más demandado es el de noche, con el fin de que los padres pueden dormir sin interrupción alguna y estén descansados y con fuerzas para afrontar el día siguiente con su pequeño.