En España se implantan anualmente más de 34.000 marcapasos. En nueve de cada diez ocasiones es costumbre que la punta del ventrículo derecho sea el lugar de implantación del mismo. Sin embargo, especialistas en cardiología reunidos en el marco de la XXVII reunión de primavera de la Sección de Estimulación Cardiaca, celebrada en Cartagena, han debatido si conviene o no modificar el lugar de implantación de un marcapasos, pues parece comprobado que la cuarta parte de los pacientes intervenidos ve deteriorada su función ventricular, desarrollando insuficiencia cardiaca u otra arritmia en los tres años siguientes al implante del dispositivo.
Con el fin de encontrar alternativas, se están llevando a cabo tres estudios multicéntricos: RAPS, PROTECT PACE y Optimize RV, que pretenden demostrar los beneficios de implantar estos dispositivos cercanos al área de his o en el tracto de salida del ventrículo derecho, optimizando así la sincronía ventricular, conservando la fracción de eyección (porcentaje que mide la disminución del volumen del ventrículo izquierdo en contracción respecto a cuando está en relajación) y mejorando la evolución del paciente.
Para el doctor Jesús Rodríguez, miembro de la SEC y cardiólogo de la Unidad Coronaria del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, “nos encontramos en un momento crítico en que se sigue poniendo el cable en la punta del ventrículo derecho en la práctica clínica aunque hay que dar un salto y cambiar este sitio. Los resultados de estos estudios y la labor de las sociedades científicas promoverán la actitud de este cambio en breve”, asegura.
Según ha explicado, “los nuevos lugares de implantación son igual de fáciles y seguros y tienen el mismo rendimiento eléctrico e incluso presentan menos complicaciones, habrá que pasar por un proceso de aprendizaje para familiarizar a los especialistas con el nuevo lugar de implantación del marcapasos”, ha aclarado.
Actualizado: 1 de agosto de 2017