Tratamiento de la artrosis
Por: Dr. José Antonio Nuevo González
Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid
Actualizado: 21 de noviembre de 2022
Opciones de tratamiento para la artrosis
Las medidas terapéuticas pautadas para tratar la artrosis van encaminadas al alivio de los síntomas, pues actualmente no existen fármacos o terapias que impidan su progresión. De esta manera, los medicamentos empleados para el tratamiento de la artrosis son aquellos que alivien el dolor y la inflamación, y algunos que retrasan o enlentecen la degeneración de los cartílagos:
Fármacos analgésicos y antiinflamatorios
Para pacientes con artrosis se utilizan los más habituales, como son el paracetamol, el ibuprofeno, el dexketoprofeno y el metamizol. Deben ser tomados diariamente y en varias tomas, necesitando complementar con otros o incrementar su dosis cuando irrumpa una crisis de dolor o inflamación. Como su uso prolongado puede conllevar problemas digestivos y renales, se recomienda tomarlos siempre bajo control médico y vigilando los posibles efectos adversos.
Algunos analgésicos más potentes, como los opiáceos menores, contribuyen al alivio del dolor sin efecto antiinflamatorio. A esta familia pertenecen la codeína y el tramadol. Y con menor efecto irritante para el estómago se aprobaron para este uso los inhibidores de la COX-2, como el celecoxib y etoricoxib. Ofrecen un buen control del dolor a expensas de un menor efecto nocivo.
El uso de corticoides queda reservado sobre todo para pacientes que no puedan tomar antiinflamatorios comunes, o para infiltrar las articulaciones dolorosas en situaciones muy concretas. Algunas infiltraciones se llevan a cabo con ácido hialurónico, cuyo inicio de acción es más lento que los corticoides, pero más duradero.
En situaciones avanzadas y con escasa respuesta al tratamiento previamente expuesto se recurre a opioides mayores y sus análogos, que pueden incluso administrarse en parches.
Como complemento a estos fármacos para tratar la artrosis, existen situaciones en las que el médico o el reumatólogo puede recomendar la aplicación tópica de sustancias como la capsaicina, que disminuye la transmisión local del dolor, sobre articulaciones doloridas pequeñas, pero cuya aplicación es muy irritante.
Fármacos para preservar el cartílago
Se utilizan el condroitín sulfato y el sulfato de glucosamina, evitando su desgaste precoz y contribuyendo en alguna medida a una menor necesidad de consumir analgésicos.
Tratamiento quirúrgico
En situaciones avanzadas se requiere de la sustitución de la articulación dañada y degenerada por prótesis en las articulaciones mayores, como la rodilla y la cadera. En algunos casos se puede necesitar una operación para corregir luxaciones que estén provocando un dolor incontrolable.
Pronóstico de la artrosis
La artrosis no tiene cura por el momento, pero los tratamientos disponibles, así como las recomendaciones para la artrosis indicadas en el siguiente apartado, pueden atenuar mucho los síntomas, en especial el dolor y la inflamación, de manera que el paciente pueda llevar una vida casi normal. En algunos casos, la artrosis no evoluciona, no es degenerativa; de manera que, aunque puede aparecer el dolor en forma de ataques de cuando en cuando, el cartílago no degenera completamente, o la deformación de la articulación no es total.
La presencia de obesidad o las articulaciones modificadas o inestables son factores que implican un peor pronóstico en cuanto a necesidad de mayor analgesia, una peor calidad de vida y en ocasiones necesidad de tratamiento quirúrgico con lo que ello conlleva.
Creado: 20 de julio de 2010