Causas de la sudamina en los niños

Las altas temperaturas y la humedad suelen acompañar la aparición de la sudamina.
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
La causa principal de la sudamina en bebés y niños es la obstrucción de las glándulas sudoríparas. La humedad y el calor hacen que éstas produzcan el sudor, con el objetivo de mantener constante la temperatura corporal a pesar de las altas temperaturas externas.
En los niños, debido a la inmadurez de sus órganos y tejidos, la producción de sudor no está tan bien definida como en los adultos. Además, el exceso de calor favorece la proliferación de algunas bacterias (estafilocos) que producen sustancias que inflaman y taponan el conducto de las glándulas sudoríparas, impidiendo así la salida del sudor.
Como consecuencia, la inflamación de las glándulas dará lugar al aspecto externo de sarpullido, con múltiples granitos rojizos en las áreas de mayor sudoración. En realidad, son pequeñas ampollas cuyo contenido es el sudor retenido o enquistado.
Es muy frecuente que, ante cualquier erupción en la piel, los padres apliquen cremas hidratantes o polvos de talco con el objetivo de calmar la irritación. Sin embargo, en la sudamina esto no está indicado, ya que estos productos pueden taponar aún más los poros, prolongando el problema.
El proceso suele resolverse en unos pocos días, aunque es frecuente que se reproduzcan varios brotes a lo largo del verano, en relación con cambios bruscos de temperatura o humedad. En cualquier caso, es un trastorno benigno de la piel que no tiene consecuencias nocivas para el niño.
Creado: 8 de agosto de 2016