Cómo corregir las deformidades de los pies en los niños
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
La deformidad más frecuente de los pies en los niños es la de pies planos, seguida por los pies cavos. Si detectas que tu hijo tiene una forma extraña de caminar, gasta de forma rápida la suela de los zapatos, o se queja de frecuentes calambres, consulta con el pediatra.
En la mayoría de consultas disponen de un aparato llamado podoscopio en el que se observa claramente la forma de la planta del pie y se puede hacer un diagnóstico más preciso.
Muchos especialistas consideran que las plantillas correctoras y los zapatos ortopédicos no son siempre efectivos, ya que suplen la función que no hace el pie, pero no lo ayudan a cambiar por sí solo. Hace unos años era muy frecuente que los niños utilizaran plantillas en los zapatos, pero la tendencia actual es la contraria, y se usan cada vez menos y sólo en los casos más importantes. Las plantillas para pies planos incorporan un refuerzo que favorece la creación de un arco en la planta y, por el contrario, las plantillas para pie cavo aplanan la planta del pie.
En el caso de los pies planos, hay una serie de ejercicios sencillos que consiguen que el pie del niño se vaya fortaleciendo por sí solo. Caminar descalzo sobre la arena, o sobre cualquier terreno blando, ayuda al pie a hacerse más fuerte, a tonificar músculos y ligamentos, y a conseguir la garra que le falta. También es bueno bailar, correr, o montar en bicicleta.
Sólo un 2% de los pies planos infantiles requerirán tratamiento quirúrgico, que se reserva para los casos más graves en niños mayores de 10 años.
Creado: 28 de julio de 2014