Cuidados del niño con fiebre
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
En un pequeño con fiebre siempre hay que vigilar al niño y no al termómetro. Está bien conocer su temperatura, pero ésta no debe ser el criterio de actuación en la fiebre debida a una infección. Ni los grados de temperatura alcanzada ni la respuesta a los antitérmicos sirven para valorar la gravedad de la infección responsable ni para orientar si es producida por virus o por bacterias. Si tienes dudas sobre los cuidados de un niño con fiebre, aquí tienes respuesta a tus preguntas:
¿Qué medicamentos le doy para la fiebre?
En un niño con fiebre, al igual que nos ocurre a los adultos, es normal sentir dolor o malestar (dolor de cabeza, dolores musculares por la tiritona, sensación de mal cuerpo, etcétera). Para paliarlo hay que proporcionar el analgésico (ibuprofeno o paracetamol) que mejor tolere el niño con dosis adecuadas a su peso y no a su edad. Muy importante: en un niño con fiebre hay que buscar el confort, no buscar que no tenga fiebre. Tanto el ibuprofeno como el paracetamol aliviarán su dolor y le bajarán la fiebre temporalmente. Alguno podría pensar que matamos dos pájaros de un tiro, y así es, pero el pájaro de la fiebre nos viene muy bien (el problema es que no disponemos de analgésicos que no bajen la fiebre). Si hay dolor o malestar hay que darle el analgésico que mejor tolere el niño, con dosis adecuadas a su peso y no a su edad.
Muy importante: en un niño con fiebre hay que buscar el confort, no buscar quitarle la fiebre
Para el tratamiento contra el dolor o el malestar se pueden dar tanto ibuprofeno como paracetamol, pero no deben alternarse estos medicamentos. Conviene nuevamente recordar que tratar la fiebre no va a evitar convulsiones febriles en los niños predispuestos. Aquellos niños que han tenido previamente convulsiones dispondrán del tratamiento adecuado indicado por su pediatra ante la eventualidad de que se repita la convulsión y ésta no ceda espontáneamente.
Alimentación e hidratación del niño con fiebre
Hay que ser conscientes que el gasto de energía es muy importante en la fiebre y a la vez asumir que en este estado existe inapetencia. Lo que sí es normal es que el niño febril tenga sed, por lo que habrá que procurar darle líquidos que contengan hidratos de carbono (zumos de frutas, batidos, leche azucarada…), para que no sólo recupere el agua que pierde, sino que además incorpore de esta manera las calorías que va a necesitar. Siempre serán prioritarios los alimentos con hidratos de carbono (fruta, verduras, arroz, pasta, galletas, pan…) antes que los ricos en proteínas y grasas (huevo, carne, pescado).
Por otro lado, no hay que bañar al niño, si no es por motivos higiénicos, ni dejarlo desnudo o ponerle paños de agua fría. Si tirita habrá que abrigarle. Esto quiere decir que su hipotálamo (su termostato) le exige aumentar la temperatura de su cuerpo y uno de los mecanismos es la contracción de los músculos. Tampoco hay que abrigarle en exceso para no dificultar los mecanismos naturales de regulación de la temperatura.
Creado: 9 de marzo de 2012