Ictericia en el recién nacido
La ictericia es la coloración amarillenta de piel y mucosas debida al aumento de los niveles de bilirrubina en la sangre. Los casos graves pueden requerir hospitalización para evitar daños en el sistema nervioso del bebé.

Qué es la ictericia del recién nacido

Recién nacido con ictericia

La mayoría de los casos de ictericia son leves, pero si los niveles de bilirrubina en sangre son muy elevados el sistema nervioso del bebé se puede dañar.

Por: Dra. María Teresa Romero Rubio

Pediatra en el Hospital de Manises (Valencia)

Actualizado: 16 de abril de 2024

Llamamos ictericia a la coloración amarillenta que aparece en la piel y la parte blanca de los ojos (esclerótica) debida a un incremento de los niveles en sangre de una sustancia llamada bilirrubina. La bilirrubina es una sustancia que procede de la degradación de los glóbulos rojos y todos tenemos una mínima cantidad de esta sustancia en la sangre. En condiciones normales el hígado actúa como filtro y se encarga de absorber el exceso de la misma; sin embargo, en algunos recién nacidos, sobre todo en los bebés prematuros, el hígado es todavía inmaduro y no puede filtrarla de forma correcta, por lo que el nivel en sangre aumenta, dando el color amarillento característico a la piel.

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La ictericia se observa a simple vista, o bien presionando ligeramente la piel, en primer lugar en la cara y luego progresa en dirección descendente hacia el tronco y extremidades. Cuanto más cerca esté el nivel de ictericia de los pies, mayor será el valor de bilirrubina en sangre y, por tanto, será un cuadro más grave.

La hiperbilirrubinemia neonatal, como se conoce médicamente, es un trastorno muy frecuente en los recién nacidos, ya que hasta un 60% de los bebés la presentan en mayor o menor grado durante los primeros días de vida,  así como el 80% de los bebés prematuros. Clínicamente, se observa en el recién nacido cuando la bilirrubinemia sobrepasa la cifra de 5 mg/dl

La mayoría de los casos son leves y se solucionan con exposición a la luz solar, pero cuando los niveles de bilirrubina son muy altos se requiere hospitalización, ya que un exceso de esta sustancia puede afectar al sistema nervioso del recién nacido, produciendo convulsiones en los casos más severos.

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Ictericia en el recién nacido

Generalmente, la ictericia aparece alrededor del segundo o tercer día de vida, alcanza un pico alrededor del día siete y luego comienza a disminuir a medida que el hígado del bebé madura.

Se distinguen dos grandes grupos de ictericia

  • Ictericia fisiológica o ‘normal’ (afecta al 60% de recién nacidos): es la más habitual y la que aparece en el recién nacido a término. Se caracteriza por manifestarse a partir del segundo día de vida y los valores de bilirrubina en sangre están por debajo de 15 mg/dL.
  • Ictericia patológica (6% de recién nacidos): la ictericia es normalmente una condición temporal y benigna, pero hay ciertas circunstancias en las que puede ser preocupante y requerir intervención médica. Así, será preocupante cuando:
    • Se inicia en las primeras 24 horas: esto puede ser un signo de una condición subyacente más seria, como incompatibilidad de tipo sanguíneo o una infección.
    • Se acompañe de otros síntomas: si la ictericia está acompañada de otros síntomas como fiebre, letargo, dificultad para alimentarse, o cambios en el comportamiento, es importante que el bebé sea evaluado por un médico.
    • Los niveles de bilirrubina superen los límites de la que se considera fisiológica (que deben ser como hemos dicho inferiores a 15 mg/dL): cuando la bilirrubina alcanza niveles extremadamente altos, puede ser tóxica, especialmente para el cerebro. Esta condición, conocida como kernicterus, es rara pero grave.
    • Dure más de una semana en el recién nacido a término (excepto si se alimenta con lactancia materna, pudiendo durar dos semanas o más): en los bebés que están alimentándose bien y no tienen otros problemas de salud, la ictericia suele disminuir en un máximo de dos semanas. Si persiste más allá de este tiempo, puede indicar la existencia de algún problema hepático o de otro tipo. 

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Es esencial que los padres observen a su bebé y busquen atención médica si tienen preocupaciones sobre la ictericia o si notan cualquiera de los signos mencionados. Un seguimiento adecuado y la intervención oportuna son clave para manejar esta condición eficazmente.

El tratamiento para la ictericia depende de su causa y severidad, pero a menudo incluye fototerapia, que utiliza luz para ayudar a descomponer la bilirrubina para que pueda ser eliminada más fácilmente por el cuerpo. En casos más severos, puede ser necesaria una transfusión de sangre

Creado: 29 de julio de 2015

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