Mancha mongólica en el recién nacido
Actualizado: 18 de enero de 2023
La mancha mongólica (también conocida como mancha azul o mancha de Baltz) es una de las alteraciones de la piel más frecuentes en los recién nacidos de raza asiática o negra. Su nombre científico es melanocitosis dérmica congénita y se produce por la acumulación de melanocitos en las capas intermedias de la piel. Su localización más habitual es en la región lumbar y tiene un tamaño variable, de hasta 10 cm de diámetro. Es una alteración benigna que no reviste gravedad y que tiende a desaparecer con la edad.
Es una mácula plana, de color azulado que se localiza preferentemente en la región lumbar, entre la parte inferior de la espalda y los glúteos, de bordes irregulares y de tamaño variable, pudiendo alcanzar extensiones superiores a los 15-20 cm de diámetro. El color de la mancha puede variar ligeramente según la coloración base de la piel; así, en los bebés de piel más clara puede tener un tinte ligeramente grisáceo, y en los de piel oscura suele tener un tinte más verdoso.
Pese a su nombre, no tiene nada que ver con el mongolismo, con el síndrome de Down, ni con ninguna otra enfermedad. Es una condición benigna de la piel que no se relaciona con cáncer de piel, melanoma, ni con ningún otro trastorno. El adjetivo ‘mongólica’ está derivado del gentilicio de Mongolia, un país asiático en el que casi el 90% de los niños recién nacidos la presentan al nacer.
Esta marca de nacimiento está presente hasta en el 80-90% de los bebés de raza asiática y negra, e indígenas de Oceanía. En la raza caucásica (niños de piel blanca) su incidencia es menor del 10%, mientras que este nevus está presente en alrededor del 46% de los niños nacidos en América Latina de ascendencia no europea.
Por qué aparece la mancha azul o de Baltz en el bebé
Al tratarse de una coloración violácea de la piel, a algunos padres les preocupa que se trate de un hematoma consecuencia de algún traumatismo en el momento del parto, pero no tiene nada que ver y su origen es completamente distinto, ya que se forma en la época embrionaria.
La mancha está producida por la migración de algunos melanocitos (las células que almacenan melanina y dan coloración a la piel) desde uno de los órganos formados en las primeras semanas (la cresta neural) hacia las capas intermedias de la piel. Por este motivo, la gran acumulación de melanina en la zona lumbar y sacra da lugar a esta llamativa mancha cuando el niño nace.
La mancha mongólica afecta por igual a ambos sexos, y tampoco es más frecuente en niños prematuros, hijos de madres fumadoras, o en mujeres con diabetes gestacional. Simplemente es una cuestión genética ligada a la raza. La localización es lumbosacra en el 99% de los casos. Es muy infrecuente que se localice en otras zonas como hombros, tobillos, pies y manos. En estos casos puede ser necesario descartar otras patologías más raras, como gangliosidosis GM1 y mucopolisacaridosis tipo I (enfermedad de Hurler), especialmente cuando las máculas son muy extensas o de localización múltiple.
Cómo identificar la mancha mongólica y diferenciarla de otras alteraciones de la piel
El diagnóstico de la mancha mongólica es completamente clínico, es decir, que no hace falta ninguna prueba complementaria, ni tampoco derivación del bebé al dermatólogo. Sin embargo, es importante saber identificarla, ya que en algunos casos, cuando se trate de localizaciones atípicas y coloraciones poco frecuentes, puede ser necesario el diagnóstico diferencial con otras enfermedades de la piel como, por ejemplo:
Es importante detectar su presencia y describirlo en la exploración física del niño al nacimiento ya que, si se detecta en edades posteriores, dada su apariencia muy similar a la de un hematoma, habría que descartar la presencia de un maltrato.
Cómo se trata la mancha mongólica
Aunque al nacimiento la expansión y coloración de la mancha pueden ser muy llamativas, lo cierto es que la mancha tiende a desaparecer con la edad, en algunos casos antes de los daños, y por lo general entre los 4-6 años. Inicialmente, en los primeros meses de vida puede ir adquiriendo una coloración aún más oscura (con un pico máximo de coloración en torno a los dos años de vida). A partir de ahí se va atenuando, y alrededor de los 10 años de edad ya suele ser prácticamente inapreciable.
Por lo tanto, no necesita ningún tratamiento específico: no es necesario poner ninguna crema ni utilizar ninguna protección especial, más allá de los cuidados habituales de la piel del recién nacido. En el caso de que se trate de manchas muy extensas o en localizaciones atípicas, puede ocurrir que se mantengan presentes durante más tiempo.
En definitiva, la mancha azulada de Baltz (sería preferible utilizar este término para no inducir a error) es una condición benigna de la piel de los recién nacidos, más habitual en los asiáticos y de raza negra, que no entraña riesgo para la salud y que desaparece gradualmente con la edad.
Creado: 22 de enero de 2020