Costra láctea: cómo tratar la dermatitis seborreica del bebé

La costra láctea es una alteración de la piel del recién nacido muy frecuente que aparece en la primera semana de vida y dura hasta el tercer mes. Toma nota de sus síntomas y de las cremas y lociones que pueden minimizarla.
Bebé tumbado boca abajo

La dermatitis seborreica del lactante no es una alteración de la piel crónica, sino que se soluciona a los tres meses por sí sola.

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 24 de noviembre de 2022

La costra láctea es el nombre por el que se conoce a la dermatitis seborreica que aparece en algunos bebés en los primeros tres meses de vida. Se trata de un alteración de la piel muy frecuente, pero no se conoce bien el porcentaje exacto de bebés que lo padecen. No es una alteración que suponga una molestia para los lactantes, de hecho casi nunca asocia ningún síntoma (al contrario que la dermatitis seborreica en el adulto, que puede tener picor). La única preocupación es por motivos estéticos, que en el bebé puede ser poco importante.

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La costra láctea aparece en el bebé como un enrojecimiento del cuero cabelludo acompañado de mucha descamación, que puede recordar a la caspa, y a veces es tan intensa que forma una costra amarillenta gruesa difícil de retirar. No aparece más allá del tercer mes de vida, y si lo hace se debe pensar en otras causas como la dermatitis atópica o la tiña del cuero cabelludo.

El Dr. Gerson Unna, un médico alemán de finales del siglo XIX, fue quien describió por primera vez la dermatitis seborreica y la relacionó con infecciones por hongos, teoría que todavía se estudia en la actualidad aunque se ha descartado que sea contagioso. Sin embargo, esta alteración ha sido muy conocida desde siempre por la tradición popular y se conocen miles de remedios caseros para tratarlo.

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Bebé con problemas de costra láctea

El diagnóstico correcto de la costra láctea del bebé es muy sencillo de realizar y es importante no confundirlo con otras enfermedades importantes. El tratamiento es bastante más complicado de elegir porque no hay estudios que demuestren eficacia de diferentes lociones o cremas en el cuero cabelludo. A pesar de ello se pueden recomendar aceites esenciales para retirar las costras y cremas con antifúngicos para disminuir la presencia de hongos.

Lo más importante que hay que saber es que la dermatitis seborreica del lactante se soluciona a los tres meses por sí sola, no se trata de una alteración de la piel crónica como sucede en el adulto.

Causas de la costra láctea

Cualquier bebé puede presentar costra láctea en los primeros meses de vida. Se han realizado muchas estudios para intentar detectar qué tipo de recién nacidos desarrollan con más facilidad esta dermatitis seborreica, pero los resultados no son muy claros y no se han descubierto motivos concretos de la enfermedad.

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La causa concreta de la costra láctea sigue siendo todavía un motivo de estudio en la dermatología. Las principales hipótesis apuntan a estos puntos:

  • Alteración hormonal: los bebés que tienen costra láctea tienen unos niveles de hormonas normales. Sin embargo, es llamativo que a partir del tercer mes de vida la dermatitis seborreica desaparezca en todos los casos. Se piensa que durante ese tiempo las hormonas de la madre todavía están presentes en la sangre del bebé y pueden aumentar la producción de sebo en la piel.
  • Aumento del sebo en la piel: las glándulas de la piel fabrican sebo y grasa de continuamente en cualquier persona. Esto permite crear una barrera fina que nos protege del exterior y aporta un brillo natural a nuestra piel. Los bebés con costra láctea tienen un aumento de la producción de sebo en la piel y también tienen alterada su composición.
  • Infección por Malassezia furfur: este microorganismo es un hongo que se encuentra de forma natural en nuestra piel, especialmente en zonas grasas como el cuero cabelludo. Cuando existe un exceso de grasa el hongo se multiplica y altera el ecosistema cutáneo.
  • Alteración del sistema inmunológico: las defensas celulares de la piel del bebé se activan de forma exagerada y producen el enrojecimiento característico de la costra láctea, que en muchos casos es leve. La presencia de M.furfur en exceso puede ser uno de los motivos. 

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Madre con su bebé sobre el regazo le sostiene la cabecita con sus manos
La costra láctea puede aparecer solo en el cuero cabelludo del bebé, o extenderse por todo su cuerpo.

Síntomas de la costra láctea

La costra láctea se considera una dermatitis eritematodescamativa. Esto quiere decir que está dentro del grupo de alteraciones de la piel que presentan enrojecimiento variable y descamación variable. En el caso de la dermatitis seborreica del bebé el enrojecimiento es poco importante y la descamación es mucho más llamativa.

Esta alteración de la piel aparece en el bebé a partir de la primera semana de vida y puede durar hasta los primeros tres meses. Podemos tener hasta tres tipos de dermatitis seborreica según donde aparezca. Estos son sus síntomas y localizaciones:

  • Leve - localizada: aparece sólo en el cuero cabelludo. Comienza con la formación de escamas gruesas, amarillentas, grasientas que se adhieren al cabello del bebé. Poco a poco aumentan en número y se pegan unas a otras formando costras que incluso pueden estar pegadas a la piel del cuero cabelludo. Esta es la forma más frecuente y es la que da el nombre de ‘costra láctea’.
  • Leve – diseminada: a la costra láctea que hemos descrito antes se le añade la aparición de dermatitis seborreica leve y discreta en la cara, detrás de las orejas, cuello, tronco o extremidades. No tiene importancia y el bebé no suele presentar síntomas.
  • Moderada - grave: en este caso la dermatitis seborreica se extiende por todo el cuerpo con enrojecimiento generalizado y descamación fina (lo que se conoce en dermatología como eritrodermia). Estos casos son muy poco frecuentes y sí suelen producir malestar al bebé. Aunque puede tener un motivo desconocido o poco importante, se debe realizar un estudio por un dermatólogo para descartar enfermedades asociadas.

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Una pediatra examina a un bebé
El médico explorará al bebé para conocer las características de las escamas (si son grasientas, se adhieren al pelo o están pegadas a la piel del cuero cabelludo).

Diagnóstico de la costra láctea

El diagnóstico de la costra láctea es clínico. Es decir, bastará con una consulta con el médico de familia, pediatra o dermatólogo para realizar un diagnóstico correcto. En la consulta el médico preguntará a los padres cuándo apareció la costra, si es permanente, si el bebé parece irritado o con molestias por la dermatitis y si se ha aplicado algún producto en la zona.

Para explorar al recién nacido, el médico comprobará las características de las escamas (si son grasientas, se adhieren al pelo o están pegadas a la piel del cuero cabelludo). Esto será suficiente para realizar el diagnóstico. Pruebas molestas como analíticas o biopsias no serán necesarias, excepto quizá si aparecen complicaciones como la eritrodermia, que es extraordinariamente poco frecuente.

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La realización de cultivos de hongos para detectar M. furfur no está recomendada en ningún caso, salvo investigación. Hay que tener en cuenta que se trata de un hongo que vive también en la piel sana, por lo que un resultado positivo será normal y no tendría mayor importancia en el diagnóstico ni en el tratamiento de la costra láctea.

Cuando la costra láctea permanece más allá de los tres meses es recomendable que el médico de familia o el pediatra consulte con un dermatólogo. Seguramente se trate de todos modos de una costra láctea persistente y en pocas semanas desaparezca, pero deben descartarse otras alteraciones de la piel diferentes. La prima opción a descartar sería una dermatitis atópica, que comenzaría a afectar otras zonas del cuerpo como la cara del bebé.

Mamá cambiando el pañal a su bebé
La aplicación de cremas y aceite hidratantes favorece la desaparición de la costra láctea, hidratando las escamas y facilitando su retirada suavemente.

Tratamiento de la costra láctea

No hay un tratamiento concreto para la costra láctea que la haga desaparecer en todos los casos. Existen lociones y cremas que pueden mejorarla y en algunos casos eliminar la dermatitis seborreica por completo. Lo más importante para tranquilizar a los padres es que sepan que la costra láctea desaparece por sí sola después de los tres primeros meses de vida.

Algunas opciones de tratamiento para la costra láctea son:

  • Cremas hidratantes: hay multitud de opciones de cremas dirigidas a la costra láctea del lactante. La mayoría de ellas tienen un efecto regulador de la producción del sebo y un efecto queratolítico (es decir, que eliminan la costra).
  • Aceites: existen lociones grasas que facilitan la desaparición de la costra láctea hidratando las escamas y facilitando su retirada suavemente. A pesar de su aspecto graso no aumentan el contenido de sebo de la piel. Tradicionalmente se aplicaba aceite de oliva o de almendra, que son también buenas opciones.
  • Corticoides tópicos: en los casos de costra láctea con enrojecimiento se puede recomendar cremas de corticoides suaves (como la hidrocortisona 1%) que regulen la inflamación y disminuyan la producción de escamas. Utilizar estas cremas en niños durante un tiempo limitado no supone ningún problema, pero debe estar indicado por un médico.
  • Antifúngicos tópicos: se llaman así a las cremas que se utilizan para tratar los hongos en la piel. Una de las más utilizadas es la crema de ketoconazol 2%, que eliminaría el exceso de hongos de la piel y regularía la inflamación.

Otro aspecto importante del tratamiento de la costra láctea es la retirara o no de las costras que aparecen en esta dermatitis eritematodescamativa. Hay varios puntos de vista sobre este tema, ya que retirar las costras puede ayudar a otros tratamientos a penetrar mejor, pero a veces produce heridas en el cuero cabelludo del bebé. Lo más recomendable es retirarlas siempre con un aceite para evitar traumatismos y si están adheridas a la piel del cuero cabelludo dejarlas para evitar infecciones posteriores.

Baño del recién nacido

Prevención de la costra láctea

La costra láctea no es una alteración de la piel que se pueda prevenir. Su origen no está del todo aclarado y al tratarse de una alteración limitada a los tres primeros meses de vida no se le ha dado mucha importancia. A fin de cuentas es más una característica temporal de la piel del recién nacido más que una enfermedad en sí.

Aceite corporal para el recién nacido

Lo más importante para la piel de un bebé es realizar baños suaves, con productos respetuosos para su piel y no necesariamente diarios (no queremos alterar la capa de grasa natural que protege su piel). Después se pueden poner cremas hidratantes para lactantes para mantener la superficie de la piel hidratada y protegida.

La única posible prevención de la costra láctea es iniciar un tratamiento precoz ante las primeras señales de esta enfermedad (leve enrojecimiento del cuero cabelludo, descamación gruesa y grasienta, etcétera). El tratamiento no tiene que ser necesariamente médico, primero hay que empezar con cremas hidratantes y aceites que ayudan a regular la piel y así la dermatitis se controla desde su inicio sin que aparezca una costra pegada amarillenta difícil de hacer desaparecer.

Creado: 10 de noviembre de 2015

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