Qué es la neumonía neonatal, tipos y causas
Actualizado: 5 de diciembre de 2023
La neumonía neonatal es la infección del tejido pulmonar (también llamado tracto respiratorio inferior) del recién nacido, es decir, del bebé de menos de un mes de vida, aunque en la práctica suele hacer referencia al menor de 7 días de vida. Esta infección puede ser producida por distintos microorganismos (virus y bacterias), aunque es más frecuente la infección bacteriana. La infección puede ocurrir dentro del seno materno o una vez el bebé ya ha nacido.
Los síntomas de la neumonía en bebés incluyen dificultad respiratoria, rechazo de alimentación, bajo nivel de oxígeno y, en los casos más graves, progresión a infección generalizada o sepsis que, en caso de no tratarse precozmente, puede tener un desenlace fatal. El diagnóstico precoz y la instauración de un tratamiento antibiótico lo antes posible son fundamentales para que se resuelva sin secuelas.
Causas de la neumonía en los bebés recién nacidos
Como el sistema inmunológico del recién nacido es muy inmaduro, la infección que inicialmente se localiza en el pulmón, puede avanzar rápidamente en pocas horas hacia el resto del organismo dando lugar a una infección generalizada o sepsis, que tiene un grave pronóstico si no se instaura un tratamiento antibiótico precoz. Siempre es necesario el ingreso hospitalario para instaurar tratamiento endovenoso y, en los casos más graves, en la unidad de cuidados intensivos neonatales.
La incidencia es variable, ya que depende de las condiciones sociosanitarias de cada país, pero suele afectar a menos del 1% de recién nacidos vivos. Existen factores de riesgo que aumentan la probabilidad de su aparición, como prematuridad por debajo de 35 semanas, infección vaginal materna por estreptococo del grupo B o rotura prolongada de membranas de más de 18 horas.
Neumonía en bebés y COVID-19
Después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya declarado el fin de la pandemia por SARS-Cov2 todavía quedan muchas incógnitas por resolver acerca de la relación del coronavirus con la población pediátrica, y más aún en el caso de los recién nacidos.
Si bien se han publicado casos aislados de infección por COVID-19 en bebés de pocos días de vida, parece tratarse de infección horizontal (es decir, causada por la infección a partir de los familiares convivientes), y no de infección vertical o congénita por vía transplacentaria.
Según señalan desde el Hospital John Hopkins, las mujeres infectadas con el coronavirus pueden transmitir la infección a su bebé, aunque son casos raros. También los recién nacidos son susceptibles de infectarse, pero la mayoría de los neonatos que dan positivo al coronavirus experimentan síntomas leves o permanecen asintomáticos y se recuperan. De hecho, incluso en el caso de madres positivas no se recomienda de forma rutinaria la separación de madre y recién nacido y la lactancia materna no está contraindicada.
En cualquier caso, no se han encontrado evidencias de la posible relación entre la neumonía neonatal y el coronavirus. Sin embargo, los expertos han advertido que la pandemia ha tenido un impacto negativo sobre la neumonía infantil, como explica un informe del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), ya que "no solo añadió carga de enfermedad, sino que también dificultó la accesibilidad a los servicios de atención primaria, y generó barreras en el diagnóstico de enfermedades no-COVID". Esto ha ocurrido especialmente en los países de bajos ingresos, donde se producen casi todas las muertes por neumonía en menores de cinco años.
Tipos de neumonía neonatal
La neumonía del recién nacido puede clasificarse en varios tipos en función de cuál sea el mecanismo de transmisión de la infección:
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Neumonía congénita
En este caso el recién nacido ya nace con la infección, que se manifestará en las primeras horas de vida, o incluso en el mismo momento del nacimiento, en forma de distrés respiratorio. En la neumonía congénita la infección tiene lugar por vía transplacentaria, es decir, a través de la placenta. Hemos de recordar que la placenta es el órgano que filtra la sangre materna y la distribuye a través del sistema circulatorio del bebé. Por tanto, la infección probablemente no solo esté localizada en el pulmón, sino que también se habrá extendido a través del torrente sanguíneo a otros órganos. Puede ser la forma más grave de neumonía neonatal.
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Neumonía intrauterina
En este caso, se produce inicialmente una infección del líquido amniótico (corioamnnionitis) que, al estar en contacto con el feto en el vientre materno, acaba por afectarle. El principal factor de riesgo es la rotura prematura de la bolsa amniótica y la infección genital materna por algunos gérmenes, como el estreptococo del grupo B o algunas enterobacterias.
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Neumonía vertical o adquirida a través del canal del parto
A diferencia del caso anterior, el niño no se infecta dentro del útero, sino en el tránsito hacia su salida hacia el exterior en el momento del parto. El recién nacido puede aspirar determinados gérmenes presentes en el canal vaginal, quedando alojados en la vía respiratoria y produciendo la neumonía unas horas más tarde.
En estos tres tipos de neumonía (congénita, intrauterina y vertical) la infección es muy precoz, y los síntomas suelen comenzar en el mismo momento del nacimiento en forma de dificultad respiratoria, o unas pocas horas más tarde. El reconocimiento precoz de los síntomas es fundamental para iniciar tratamiento antibiótico antes de que la infección siga progresando.
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Neumonía postnatal
En este caso la infección se adquiere después del nacimiento, en los primeros días de vida. Puede ser a su vez por distintas causas, pero la más habitual suele ser por gérmenes adquiridos dentro del propio hospital, especialmente si el niño ha sido ingresado en neonatos por otro motivo. A este tipo de neumonía por gérmenes del entorno hospitalario se la conoce como neumonía nosocomial.
Pero, además, la neumonía también puede adquirirse por gérmenes presentes en la comunidad, en convivientes del recién nacido (madre, padre, abuelos…). La principal neumonía adquirida en la comunidad en estas edades es la secundaria a la infección del virus respiratorio sincitial, responsable de la temida bronquiolitis. Por todo ello, la principal forma de prevenir esta neumonía es limitando las visitas a los recién nacidos y extremando las medidas de higiene, como limpieza de manos con frecuencia.
Creado: 12 de noviembre de 2020