Síntomas de la enfermedad manos, pies y boca
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
El exantema vírico de manos, pies y boca es relativamente fácil de reconocer. Comienza tras 4-6 días de período de incubación. Se caracteriza por aftas en la boca y en la lengua de 4-8 mm y, en el 75% de los niños, lesiones en la piel llamadas pápulas. Las pápulas no están rellenas de líquido (es decir, no son vesículas) y son palpables, sobreelevadas. Alrededor suele haber un pequeño halo rosado. Se encuentran fundamentalmente en las manos y en los pies, pero no exclusivamente. También es típico hallarlas en glúteos, en el área perineal y a veces en el resto del cuerpo. Esto se produce porque el propio niño se extiende las lesiones por el cuerpo al tocarse con las manos afectadas por las pápulas, que contienen virus.
La enfermedad manos, pies y boca suele asociar otros síntomas como fiebre, malestar general, dolor de garganta y rechazo de la alimentación, sobre todo cuando aparecen las llagas dolorosas, que ponen al niño de mal humor y con pocas ganas de comer para evitar molestias.
Estudios recientes han mostrado casos atípicos: niños con petequias (pequeñas lesiones rojizas, como un sangrado dentro de la piel) además de las pápulas, pápulas múltiples en tórax o extremidades, o vesículas con líquido.
Diagnóstico de la enfermedad manos pies y boca
El diagnóstico es puramente clínico, el médico o pediatra te preguntará sobre los síntomas de tu pequeño y analizará las lesiones típicas de este problema. Los cultivos para virus, la serología o la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para virus se utilizan sólo en trabajos de investigación.
Creado: 25 de marzo de 2014