Síntomas y diagnóstico de los hemangiomas

A la pregunta de ¿cómo se manifiestan los hemangiomas? hay que responder que los hemangiomas no suelen verse al nacer, sino que aparecen a los pocos días de vida, cómo una mancha de color rojo intenso. Pueden aparecer en cualquier lugar, aunque son mucho más frecuentes en la cara. Luego crecen, abultándose durante los tres o cuatro primeros meses, momento a partir del cual el crecimiento se enlentece.

Los síntomas de los hemangiomas pueden incluir:

• Una lesión elevada y roja o morada en la piel que puede ser pequeña o grande.
• Dolor o malestar si el hemangioma está ubicado en un área que experimenta fricción o presión, como la nariz, el oído o el área genital.
• Sangrado si el hemangioma se rompe o se irrita.
• Problemas de visión, respiratorios o de alimentación si el hemangioma está ubicado cerca de una estructura importante del cuerpo, como el ojo, la laringe o la tráquea.
• Problemas de habla o audición si el hemangioma está ubicado en la garganta o el oído.

A partir del año suele observarse una involución o tendencia a la curación espontánea. Así, a partir más o menos del año de vida, los hemangiomas van perdiendo color y se van aplanando lentamente. Este proceso de involución suele durar unos cinco o seis años.

Todos los angiomas muestran esta tendencia a la involución, pero ello no quiere decir que se marchen como si no hubiera pasado nada. En más del 50% de los casos siempre se nota que ha habido un hemangioma, bien sea porque dejan una piel de textura o color diferentes o bien porque dejen una cicatriz.

¿Cómo se diagnostican los hemangiomas?

En general los hemangiomas se diagnostican por su aspecto característico y por esta historia natural de crecimiento rápido e involución. Así, en la mayoría de casos, el hemangioma es evidente en la piel como una lesión rojiza, abultada y con aspecto de mora, lo que hace que el diagnóstico sea relativamente fácil.

No suele ser necesario realizar ninguna prueba de laboratorio o prueba de imagen especial (ecografías, resonancias) para diagnosticar un hemangioma, pero en algunos casos sí se pueden requerir pruebas adicionales para evaluar su ubicación y tamaño. Si tienes una lesión en la piel que sospechas que pueda ser un hemangioma, es importante que lo evalúe un médico para determinar el mejor curso de acción. En estos casos concretos, estas son algunas de las pruebas que se pueden solicitar:

• Biopsia: se puede tomar una muestra de tejido del hemangioma para examinarla bajo un microscopio y confirmar o descartar el diagnóstico.
• Ecografía: se puede utilizar una ecografía para evaluar la ubicación y el tamaño del hemangioma, y para determinar si hay complicaciones asociadas, como la presencia de un coágulo de sangre en el interior del hemangioma.
• Resonancia magnética: se puede realizar una resonancia magnética para evaluar la ubicación y el tamaño del hemangioma y para determinar si hay complicaciones asociadas, como la presencia de un coágulo de sangre.
• Radiografía: se puede realizar una radiografía para evaluar la ubicación del hemangioma y determinar si está afectando a las estructuras subyacentes, como los huesos.