Tratamiento de la displasia de cadera en bebés
Actualizado: 29 de julio de 2022
En primer lugar, hay que recordar a los padres de niños a los que se les ha diagnosticado este problema, que cuando se detectar antes de los tres primeros meses de vida la evolución suele ser positiva y solucionarse sin mayores problemas.
El objetivo del tratamiento de la displasia de cadera del bebé es conseguir una cadera reducida o, lo que es lo mismo, con la cabeza del fémur dentro de su sitio, sin deformidades residuales, así como evitar las secuelas y complicaciones que puede conllevar para el pequeño, como una posible cojera futura, artrosis precoz en la cadera o asimetrías en los miembros inferiores.
En las primeras seis semanas de vida del bebé se considera normal una cierta inestabilidad de cadera, por lo que la presencia de clicks sin otros factores de riesgo se puede controlar solamente con revisiones periódicas, sin hacer nada más. Ahora bien, si las maniobras de Barlow y de Ortolani son positivas desde el principio, o la inestabilidad de la cadera se mantiene por encima de las seis semanas, es necesario actuar.
En una primera fase, para reducir la cadera, el tratamiento consiste en colocar una férula de abducción (arnés de Pavlik), que mantiene las piernas del niño abiertas y, por lo tanto, las caderas reducidas y en su sitio. Si transcurridas unas semanas no se ha conseguido una reducción apropiada se pueden plantear otras estrategias para tratar la displasia: tracción, reducción bajo anestesia general, e inmovilización con un yeso pelvipédico. Cuanto más tardío sea el diagnóstico, los resultados serán menos satisfactorios.
Hace unos años se utilizaba el “doble pañal” para mantener las caderas dentro de su sitio ante sospecha de displasia de cadera leve, pero en la actualizad esto ha quedado desfasado y sólo se utiliza el arnés de Pavlik en los casos confirmados.
Por último, si el tratamiento conservador falla o el diagnóstico se ha realizado de forma tardía, podría llegar a ser necesario realizar una cirugía con el objetivo de volver a colocar la cadera en su sitio, en los menores de dos años. O bien una cirugía abierta para alinear de nuevo la cadera, esta suele ser la primera opción cuando el niño tiene ya más de 18 meses. Tras la cirugía se coloca un yeso que permanece en la cadera hasta que esta recupera su ubicación habitual. Tras el yeso, se puede recomendar fisioterapia para que el pequeño fortalezca los músculos de alrededor de la cadera y de los miembros inferiores.
Creado: 30 de mayo de 2017