Sudamina, cómo evitarla en verano
La sudamina o miliaria es una erupción de la piel que aparece con frecuencia en verano en los bebés y niños menores de dos años. Aunque no reviste gravedad, se puede prevenir siguiendo algunos sencillos consejos.

Tratamiento de la sudamina

Tratamiento de la sudamina

Mantener la piel del pequeño limpia y seca es fundamental para evitar la miliaria.

Por: Dra. María Teresa Romero Rubio

Pediatra en el Hospital de Manises (Valencia)

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

En general la sudamina o miliaria no requiere tratamiento, ya que es un trastorno benigno que en la mayoría de ocasiones desaparece a los pocos días. Mantener la piel de tus hijos limpia y seca, evitando la aplicación de cremas muy untuosas o polvos de talco que taponen más los poros, es la mejor solución. También se pueden aplicar paños húmedos de agua templada y bicarbonato.

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En el caso de que el niño se muestre muy molesto, y siempre que sea prescrito por un pediatra, se puede administrar un antihistamínico oral para calmar el picor.  Si el pequeño se rasca las lesiones, los microorganismos presentes bajo las uñas pueden sobreinfectar la piel; en estos casos puede ser útil la aplicación de una pomada antibiótica, siempre bajo prescripción médica.

Del mismo modo, si la piel está muy inflamada (miliaria rubra) el pediatra indicará una crema con corticoides de baja potencia, por su efecto antiinflamatorio.

Tratamiento de la sudamina: ropa de algodón para el bebé

Consejos para aliviar el calor en los bebés

Como ocurre tantas veces, el mejor tratamiento de la sudamina es la prevención. A continuación, describimos algunos consejos para ayudar a manejar el calor y humedad típicos de estas fechas cuando se tiene un bebé en casa y que les afecte lo menos posible, con el fin de evitar la aparición de la miliaria:

  • No abrigar en exceso a los niños: con mucha frecuencia vemos en verano niños con body, pijama y hasta manta por encima. Esto no es necesario y no favorece la autorregulación de su temperatura corporal. Los recién nacidos sólo necesitan una capa más de ropa de la que llevamos los adultos.
  • Utilizar ropa transpirable, de algodón. Evitar a toda costa el poliéster y los tejidos sintéticos.
  • Evitar el exceso de cremas hidratantes muy pastosas y especialmente los polvos de talco, que obturan aún más las glándulas sudoríparas.
  • Cambiar el pañal del bebé con frecuencia (revisarlo cada dos horas), evitando que los pliegues de la piel estén húmedos.
  • En el baño utilizar agua tibia y geles con pH neutro, e incluso, si tienen la piel muy irritada, no utilizar ningún tipo de jabón, sólo agua templada.
  • Dentro el domicilio hay que intentar mantener una temperatura neutra, sobre unos 20 grados, mediante aire acondicionado o ventiladores que ayuden a eliminar el exceso de humedad ambiental.

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Creado: 8 de agosto de 2016

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