Tratamiento de los hemangiomas

Durante años no hemos dispuesto de un procedimiento médico efectivo y libre de riesgos para el tratamiento de los hemangiomas. Inicialmente, los hemangiomas se habían tratado con radioterapia, hasta que nos dimos cuenta que, años más tarde, estos niños tratados con radioterapia desarrollaban cánceres cutáneos.

En 1968 se produjo una primera revolución en el tratamiento de los hemangiomas al descubrir que los corticoides orales a dosis muy altas podían ser efectivos. Aun así sólo respondían un tercio de los hemangiomas y el precio que se pagaba era muy alto, puesto que a estas dosis los corticoides favorecían el desarrollo de infecciones graves y retrasaba el crecimiento de estos niños.

Por todos estos riesgos durante muchos años se dejaron de tratar a los hemangiomas. Se adoptó una conducta meramente expectante. Hace unos años, en el 2008, se produjo de manera fortuita un descubrimiento que ha revolucionado el tratamiento de los hemangiomas y ha cambiado la vida de estos pacientes. Se trata del tratamiento con propranolol, un fármaco utilizado para tratar la hipertensión. Se descubrió al observar que la administración de propranolol a un lactante con un hemangioma que le ocupaba más de media cara, que estaba hipertenso por culpa de las dosis altas de corticoides que estaba recibiendo, provocó de forma casi inmediata una clara mejoría del hemangioma.

Esta observación motivó la puesta en marcha de un estudio internacional multicéntrico por parte de un conocido laboratorio con el fin de poder comercializar este tratamiento. En este estudio han participado 16 países con varios centros españoles (entre ellos el Hospital de la Santa Crei i Sant Pau) y se está a la espera de que se publiquen los resultados finales. Esta terapia constituye una verdadera revolución en este campo, ya que por primera vez veíamos que los hemangiomas prácticamente desaparecen a los pocos meses de emprender el tratamiento. Podemos afirmar a partir de la experiencia acumulada en casos aislados y series de casos que el propanolol es efectivo en más del 90% de los casos.

El propranolol es un betabloqueante que actúa reduciendo el flujo sanguíneo hacia el hemangioma, lo que a su vez reduce su tamaño y puede prevenir o reducir la aparición de complicaciones asociadas. El tratamiento con propranolol generalmente se inicia a una dosis baja y se va aumentando gradualmente durante varias semanas. Se debe hacer un seguimiento cercano del niño para detectar cualquier efecto secundario. El tratamiento con propranolol a menudo se prescribe durante varios meses, pero la duración exacta depende de la respuesta individual del paciente. Aunque el propranolol se ha demostrado efectivo en muchos casos, no es adecuado para todos los pacientes. En algunos casos, puede ser necesario considerar otras opciones de tratamiento, como la terapia con láser o la cirugía.

En todo caso, los hemangiomas pequeños y superficiales no requieren tratamiento, ya que tienden a desaparecer por sí solos con el tiempo. Sin embargo, los hemangiomas grandes, profundos o ubicados en áreas sensibles pueden requerir tratamiento, recurriendo para ellos a algunas de estas opciones:

• Observación: si el hemangioma es pequeño y no causa problemas, puede ser necesario simplemente vigilar su evolución para asegurarse de que no cause complicaciones.
• Medicamentos: en algunos casos, se pueden prescribir medicamentos para tratar los hemangiomas, como corticosteroides orales, betabloqueantes, interferón y vincristina.
• Terapia con láser: la terapia con láser puede ser efectiva en la reducción del tamaño del hemangioma y mejorar su apariencia. El láser se utiliza para destruir las células del hemangioma y reducir su tamaño.
• Cirugía: en algunos casos, se puede requerir cirugía para extirpar el hemangioma. La cirugía puede ser necesaria si el hemangioma está en un área que causa problemas funcionales, como la vista o la audición.

¿Existe alguna manera de prevenir la aparición de los hemangiomas?

No existe ninguna manera de prevenir el desarrollo de los hemangiomas. Lo que sí que podemos prevenir son sus secuelas. El propranolol, aunque parece funcionar en cualquier edad y estadio del hemangioma, parece ser más eficaz cuanto antes de inicie el tratamiento. Por ello, es fundamental que cualquier paciente con un hemangioma en sitios muy visibles, hemangiomas de gran tamaño o hemangiomas que puedan comprometer una función vital sean remitidos de manera inmediata al dermatólogo, para iniciar el tratamiento cuanto antes mejor.

Sin embargo, hay algunas medidas que se pueden tomar para ayudar a reducir el riesgo de complicaciones asociadas con los hemangiomas, especialmente si el hemangioma está ubicado en una parte del cuerpo que puede ser vulnerable a lesiones o infecciones, como la cara o el área genital. Algunas de estas medidas pueden incluir:

• Proteger el hemangioma de lesiones: si el hemangioma está ubicado en un área que puede estar expuesta a lesiones, como la cara o las extremidades, se debe tomar medidas para proteger la zona de golpes, raspaduras o cortes. Por ejemplo, se puede usar ropa protectora o almohadillas.
• Mantener limpia la zona afectada: si el hemangioma está ubicado en un área propensa a la infección, como el área genital, es importante mantener la zona limpia y seca para reducir el riesgo de infección. También se pueden utilizar cremas o ungüentos antibióticos según lo recomendado por un médico.
• Seguir las recomendaciones del médico: si se detecta un hemangioma, es importante seguir las recomendaciones de un especialista para controlar su crecimiento y detectar cualquier complicación temprano.