Tras los catarros y los procesos respiratorios, la infección de orina es una de las más frecuentes en la infancia, y puede ser grave si afecta a los riñones. Aprende a reconocer sus síntomas y cómo puedes prevenirla.
Tratamiento y prevención de la infección de orina en la infancia
El tratamientode la infección de orina en la infancia depende del tipo de infección que padezca el niño o la niña y de la gravedad con la que se hayan presentado los síntomas.
En el caso de pielonefritis con fiebre muy elevada y afectación del estado general, se suele requerir ingreso hospitalario para administrar inicialmente tratamiento antibiótico intravenoso. Una vez que la fiebre ha remitido (algo que suele ocurrir en las primeras 48 horas), el niño ha mejorado, y el control analítico muestra que la infección está controlada, se puede dar de alta al pequeño para continuar el tratamiento antibiótico de forma oral en el domicilio. En total suelen requerirse unos 14 días de antibiótico. Aprovechando el ingreso también se puede solicitar una ecografía renal y de vías urinarias para observar si hay alguna malformación.
En el caso de las cistitis en la infancia, no se suele requerir ingreso y se da tratamiento antibiótico oral durante menos días. Hay incluso algunos antibióticos que con solo dos dosis en dos días pueden solucionar el problema. Además, será fundamental que el paciente beba mucha agua para eliminar toxinas y favorecer la evacuación de la orina.
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Una vez finalizado el tratamiento antibiótico se suele solicitar un cultivo de control, una semana después, para comprobar que el germen causante de la infección ha sido erradicado del cuerpo del pequeño.
Prevención de la infección de orina
Dado que una de las causas más frecuente de infección de orina en la infancia es la entrada de gérmenes desde la zona perianal (sobre todo en niñas), hay algunas medidas que pueden disminuir el riesgo de infección:
Cambiar los pañales con frecuencia: no hay que exprimir el pañal hasta su nivel de “máxima absorción”, es mejor cambiarlos con más frecuencia y que no estén tan llenos.
Utilizar ropa interior de algodón.
Enseñar a las niñas (y a los niños) a lavar bien la zona genital después de hacer pipí.
En las niñas, lavar siempre desde la uretra hacia el ano, y no al revés, ya que si se hace “de abajo a arriba” se pueden arrastrar los gérmenes.
Enseñar a los niños a que hagan pipí siempre que tengan ganas, y no se lo aguanten.
Beber agua con frecuencia: es la mejor medida para evitar la infección urinaria.