Cómo ha de ser el calzado en la edad escolar

El uso de un calzado correcto durante la infancia es fundamental para un buen desarrollo del pie, la marcha, y el resto del esqueleto.
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
A partir de los tres años, las piernas rotan, lo que también hace cambiar la forma de apoyo en los pies, que se afinan y toman forma. El pie sigue creciendo muy rápido –a razón de 5 a 8 milímetros por trimestre–, por lo que hay que estar muy atento a las tallas de los zapatos y cambiarlos en cuanto notemos que se quedan pequeños. Estas son las claves para elegir los zapatos o zapatillas más adecuados para tus hijos en edad escolar:
De los tres a los cinco-seis años (tallas 23-28) es importante que el tobillo siga bien sujeto y el zapato tenga contrafuertes, porque los pies todavía están muy inmaduros.
Ahora que se empiezan a calzar solitos, es mejor que los cierres sean de velcro o hebilla (un niño no es capaz de atarse un cordón hasta los seis años) y que, además, la abertura sea amplia para que el pie entre con facilidad, sin provocar posturas forzadas o que los dedos queden superpuestos.
Luego, según crecen, ya en la edad escolar, debemos seguir las siguientes pautas que más van más allá de modas y marcas que no se ajustan bien o no convienen al pie de nuestro hijo:
No podemos perder de vista que el uso de un calzado correcto en la infancia tiene una gran trascendencia para el desarrollo del pie, para la marcha y el resto del esqueleto, especialmente rodillas y columna. Si notamos que nuestro hijo se cae mucho, gasta muy rápido los zapatos, tiene las rodillas desviadas o no pisa bien, debemos llevarle al podólogo para una revisión.
Creado: 27 de junio de 2013