Guía de regalos útiles para padres recientes

En la actualidad vivimos la maternidad y la paternidad mucho más solos de lo que la vivieron nuestros propios padres. O nuestros abuelos. Y qué decir de las generaciones anteriores. Los entornos urbanos, los desplazamientos laborales y, sobre todo, los usos y costumbres hiperindividualistas actuales han desplazado las redes familiares y sociales, dejando a muchas familias sin apoyo en los primeros momentos de la crianza. Sin esa tribu de la que hablaba la filósofa Carolina del Olmo en ¿Dónde está mi tribu?, ese libro ya estandarte de toda una generación. Son también muchas las dudas que surgen en las familias con respecto a lo que necesitarán cuando llegue el bebé. Qué cosas serán realmente útiles y de cuáles se puede prescindir.

En este sentido, tener referentes alrededor ayuda, pero también pararnos a analizar nuestros propios deseos y expectativas. Desde el otro lado, del de quienes regalamos, preguntar a los nuevos padres qué es lo que necesitan antes de comprar un obsequio que pueden no llegar a utilizar, echar un cable con la logística o ayudar económicamente con las primeras vacunas son quizás algunas de las ideas más prácticas.

A continuación recogemos una pequeña guía de diez ideas o regalos sencillos para madres y padres recientes que, seguro, agradecerán:

• 

  Preguntar antes de actuar

  El primer regalo, el más importante, que quizás se le puede hacer a unos padres recientes es preguntarles qué necesitan o en qué podemos ayudarles. Por ejemplo, antes de regalar una cesta cargada de chupetes y biberones conviene pensar si la madre ha optado por la lactancia materna. Hay más: peluches, sonajeros, joyas para bebés, utensilios específicos para cocinar la comida de los niños, juguetes ruidosos… Son muchos los objetos y utensilios que pensamos que son imprescindibles para la crianza, sobre todo durante los primeros años, pero que terminan en el contenedor o acumulando polvo en un armario. Preguntar antes de actuar puede ser el mayor regalo que les podamos hacer.

• 

  Pañales: un básico que la mayoría va a necesitar

  Aunque algunas familias optan por la crianza sin pañal –que consiste en que los padres y madres aprenden a reconocer cuando el bebé tiene necesidad de orinar o defecar–, lo cierto es que la gran mayoría necesitarán pañales desechables o de tela para sus criaturas. La opción dependerá de cada familia, pero en ambos casos es una ayuda fantástica porque se trata de uno de los gastos más importantes asociados a la llegada del bebé. Podemos enviarles a casa unas cuantas cajas de pañales de diferentes tallas o confeccionar una caja decorada de alguna manera original que contenga una buena tanda de pañales.

• 

  Comida preparada para los primeros días

  Un imprescindible que todas las familias recientes deberían recibir: táperes de comida rica preparada para varios días. Aunque parezca increíble, cocinar se convierte en un reto cuando llegamos con el bebé a casa. Los primeros días pueden ser especialmente estresantes: falta de sueño, cansancio, cambios de pañales infinitos… Toca reorganizarse, adaptarse a la nueva situación, y no siempre se dispone de tiempo ni de fuerzas para organizar las comidas y las cenas. Liberar a la familia de esta carga mental puede ayudarles a estar más relajados en este periodo de conocimiento en el que todo es nuevo. ¿Cuáles son sus comidas preferidas? ¿Cuáles son los platos que mejor nos salen? Pocos regalos serán más disfrutados.

• 

  Si vas a su casa que sea a ayudar

  Una de las quejas más habituales entre las madres recientes es la avalancha de visitas que reciben durante los primeros días. Visitas de familiares y amigos que más que una ayuda pueden incrementar la carga de trabajo que conlleva per se la llegada de un bebé. Si nos decidimos a visitar a una familia reciente lo adecuado es acudir a ayudar: ¿Puedo sacar los cacharros del lavavajillas? ¿Tender una lavadora? ¿Barrer un poco el suelo? Seguro que hay muchas tareas del hogar que podemos hacer sin que se sientan invadidos, pero sí liberados. Lo práctico en estos primeros momentos es más de que bienvenido. Seguro.

• 

  ¿Ropa para el bebé? Sí, si es con sentido

  El ritmo de crecimiento durante el primer año es vertiginoso, y es seguro que a la nueva familia le hará falta un buen número de prendas de diversas tallas. Pero con la ropa del bebé también suele ocurrir que se acaba acumulando mudas, pijamas o trajecitos de la misma talla (generalmente para primeros meses), ropa que no se corresponde con la época del año en la que el niño o la niña llegará a poder usarla o que no encaja en el estilo de vestimenta familiar. Antes de llevar ropa a padres y madres recientes, a su casa o a un baby shower, conviene saber si realmente la necesitan, y de ser así: qué tallas les puede venir mejor, qué tipo de prendas, qué tejidos.

• 

  Padrinos de sus primeras vacunas

  Si nos paramos a calcular la inversión en la vacunación que no está financiada por el sistema público de salud seguramente nos llevemos las manos a la cabeza. En España, además, dependiendo de la comunidad autónoma en la que vivamos el gasto será mayor o menor. Apadrinar una o varias vacunas es uno de los regalos más prácticos; y no sólo por el desembolso que le evitamos a la familia, sino porque, además, estaremos regalando algo mucho más importante: un trocito de salud. Podemos hacer una tarjeta a mano en la que anunciemos el regalo, y dejarla ya pagada en su farmacia de referencia, o la mas cercana a su domicilio, u ofrecerles a ellos el dinero en mano para que puedan adquirirla.

• 

  Hacer la compra, recados o gestiones

  La tecnología ha facilitado mucho la parte más burocrática de nuestro día a día. Incluso la compra podemos hacerla online. Pero siempre habrá cosas que podamos necesitar y no sea posible gestionarlo desde casa o desplazarnos con el bebé. En la misma línea que las tareas del hogar o la cocina, es seguro que puede haber muchas gestiones o recados de las que les podamos liberar. Cosas tan sencillas como llevar a arreglar ese pantalón que se rompió en el momento más inoportuno, la recogida de ese paquete de Correos que llegó en plena crisis de lactancia o la compra del pan en aquella panadería que queda lejos y para la que el viaje en metro con un bebé se convierte en el fin del mundo.

• 

  Libros de parenting

  Las mesas de las librerías cambian continuamente ante la llegada de novedades. Los libros de parenting no se quedan atrás y prácticamente todos los meses encontramos nuevos títulos. Entre los más interesantes para familias recientes podríamos dividir entre lactancia materna (Un regalo para toda la vida, de Carlos González; Somos la leche, de Alba Padró), embarazo y parto (Parir, de Ibone Olza), alimentación (Mamá come sano y Se me hace bola, ambos de Julio Basulto) o crianza (Hijos y padres felices, de Alberto Soler; Todos a la cama, de Álvaro Bilbao; El Cerebro del Niño, de Daniel J. Siegel). Ninguno contiene la fórmula mágica para el cuidado y la educación de los hijos, pero pueden ser útiles para conocer aspectos que no se tenían en cuenta, derribar algunos mitos, encontrar información práctica y, por supuesto, abrir otros horizontes más allá de nuestra propia realidad.

• 

  Literatura sobre maternidad y paternidad

  Puede que una de las cosas para las que menos tiempo, o concentración, tengan unos padres recientes sea para leer. O puede que ocurra todo lo contrario, que las horas de sueño del bebé, de lactancia o de desvelos sean cubiertos por las páginas de los libros por pura necesidad. Por supervivencia. La literatura con la maternidad y la paternidad en primera persona ha aumentado en los últimos años. Quizás para ocupar ese hueco que hasta ahora había, quizás por la demanda del propio mercado. Tres recomendaciones para regalar podrían ser Sigo aquí, de Maggie O´Farrell, La mejor madre del mundo, de Nuria Labari, y El nudo materno, de Jane Lazarre.

• 

  Una sesión de fotos en familia

  Hoy es fácil hacer fotos. También acumularlas hasta el infinito. Olvidarlas. Perderlas. Para que la familia tenga siempre el recuerdo de los primeros momentos, pero que esas fotos sean de calidad, una opción es regalarles una sesión de fotos profesional en familia. Muchos fotógrafos o empresas fotográficas ofrecen packs de regalo para una o varias sesiones familiares. Suele poderse elegir el entorno: estudio, la propia casa, un parque… Y también el tipo de fotos que más encajan con su personalidad: posados, naturales, divertidas… Conocer bien los gustos de la familia sirve de ayuda para no meter la pata y acertar con el fotógrafo.