La alimentación del bebé: el biberón
El biberón se utiliza para alimentar al bebé con leche artificial o con leche materna. Te ayudamos a elegir el bibe más adecuado, y te explicamos la mejor forma de prepararlo y mantenerlo libre de gérmenes.

Cómo preparar un biberón y claves para limpiarlo

Por: Inma D. Alonso

Periodista experta en salud y bienestar

Actualizado: 22 de marzo de 2023

El primer paso antes de preparar el biberón es lavarnos las manos correctamente con agua y jabón. Algo tan sencillo puede prevenir problemas de salud a nuestro bebé, ya que su sistema inmunitario aún no es lo suficientemente fuerte.

Respecto a la preparación, deberemos tener en cuenta si se trata de leche materna o de una preparación en polvo o líquida. En el primer caso, si la madre acaba de extraer la leche con el sacaleches, basta con que la introduzca en el biberón y se la dé al bebé, ya que la temperatura suele ser la adecuada.

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Ahora bien, si se trata de leche materna que estaba almacenada en la nevera o el congelador, el proceso es diferente. Lo habitual suele ser sacar la leche con tiempo suficiente para que se adapte a la temperatura ambiente o se descongele por sí sola. Una vez hecho esto, podemos calentarla, bien al baño maría, o bien en el microondas. En cualquiera de los dos casos, lo haremos controlando el tiempo y la temperatura para que no se caliente en exceso.

En este sentido, es importante que la leche esté a una temperatura media de unos 36-37ºC. Hay biberones que cuentan con un indicador que te informa de la temperatura del líquido; lo hace cambiando de color si la temperatura de la leche es baja, óptima o muy caliente.

Si no dispones de un biberón así, basta con que repitas un gesto que todas las madres han hecho alguna vez, poner unas gotas de leche en el reverso de la muñeca. Esto se debe a que la piel en esa zona es más sensible y, por tanto, podrás comprobar si el biberón está a la temperatura adecuada o no.

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Limpieza del biberón

En el caso de la lactancia artificial, el proceso para calentar el agua o el preparado líquido es el mismo que para la lactancia materna en diferido. Lo único que tendrás que hacer es seguir las pautas que marca el preparado en polvo que elijas, esto es, la cantidad de producto por ml. de agua.

Limpieza del biberón

Una vez que el bebé ha terminado de comer, es fundamental lavar el biberón y la tetina para evitar la acumulación de bacterias y mantener la higiene de los alimentos que se les da a los bebés. Utiliza para ello agua y el jabón habitual que utilices para lavar los platos en casa, empleando un cepillo especial que te permita limpiarlos a fondo.

No es necesario que hiervas o esterilices los biberones y tetinas continuamente, basta con que lo hagas un par de veces a la semana. El proceso de esterilización puede ser en frío –mediante una solución química–, o en caliente –hirviéndolos, con vapor de agua o en el microondas–.

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La higiene durante el proceso de preparación y el posterior lavado de los biberones y utensilios que se emplean para la preparación es muy importante ya que prevendremos posibles infecciones del aparato digestivo.

En definitiva, estos el paso a paso a seguir para limpiar adecuadamente un biberón:

  1. Desarma el biberón: retira todas las piezas del biberón, incluyendo la tetina, la tapa, el anillo de rosca y la botella en sí.
  2. Enjuagua bien: enjuagua todas las piezas del biberón con agua caliente para eliminar los residuos de leche o fórmula.
  3. Lava a mano o en lavaplatos: lava a mano todas las piezas del biberón con agua caliente y jabón, usando un cepillo para biberones para limpiar el interior de la botella y la tetina. Si lo prefieres, también puedes usar un lavaplatos en lugar de lavar a mano.
  4. Enjuagua nuevamente: enjuagua todas las piezas del biberón con agua caliente para eliminar cualquier residuo de jabón.
  5. Esterilización: si prefieres una esterilización más completa, puedes hervir todas las piezas del biberón en agua durante al menos cinco minutos o usar un esterilizador de vapor. Esta etapa no es estrictamente necesaria, pero es recomendable hacerla al menos una vez al día.
  6. Deja que se sequen: deje secar todas las piezas del biberón al aire o use un paño limpio para secarlas. Asegúrate de que todas las piezas estén completamente secas antes de volver a armar el biberón.

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Es importante limpiar los biberones después de cada uso y reemplazarlos regularmente para garantizar la seguridad de tu bebé.

Creado: 4 de septiembre de 2012

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