Productos para la limpieza de los ojos del bebé

Durante los primeros meses de vida los bebés producen más secreciones en los ojos (legañas) de lo normal. Como además duermen muchas horas seguidas, estas secreciones se suelen acumular en los lagrimales, por lo que es recomendable quitarlas siempre que sea necesario. Aunque puede bastar con una gasa empapada en agua, lo más aconsejable es recurrir al suero fisiológico (que igualmente nos sirve para limpiarle la naricita a nuestro bebé).

También podemos utilizar toallitas estériles específicas para este tipo de higiene. Lo que no es conveniente usar es algodón, porque desprende unas finas hebras que se pueden meter en el ojo.

Lo importante es que la limpieza se haga de forma suave, sin hacerle daño al pequeño: primero se reblandecen las legañas y luego se efectúa un movimiento de arrastre desde el lagrimal al rabillo. Finalmente se secará el ojo con otra gasa seca, dando pequeños toques.

Además, una higiene ocular regular es beneficiosa para que los ojos de los pequeños estén sanos, pues nos ayuda a prevenir problemas como la conjuntivitis, los orzuelos o incluso los lagrimales obstruidos. Así, hay que utilizar una toallita o una gasa distinta en cada ojo, porque la infección se puede pasar de uno al otro. Y lo que debemos evitar son remedios caseros como las infusiones de manzanilla, porque no son totalmente asépticas.