Sistema de retención infantil: la sillita del coche
Actualizado: 4 de mayo de 2023
Atrás quedan ya los tiempos en que los bebés se llevaban en brazos en el coche, los niños se subían delante, en la parte trasera no había cinturones o, en el colmo de la imprudencia, una mano iba al volante y la otra sujetando al pequeño, al que se había instalado en el asiento del copiloto.
La suma de niños y coche sólo puede tener un resultado: el uso de un sistema de retención infantil (SRI), que se dividan en sillas y asientos o cojines elevadores. Los pequeños siempre deben ir instalados, desde el nacimiento, en una sillita de coche adecuada para su peso y estatura. Además, debemos asegurarnos de que la hemos colocado bien, ya que su mal uso cuadriplica el riesgo de muerte del bebé, el ocupante más vulnerable del vehículo, en caso de accidente.
Una conclusión de sentido común pero que sigue sin cumplirse, como bien ilustran los datos. En España los niños fallecidos en accidentes de coche registran un pequeño aumento, según la Dirección General de Tráfico (DGT), que ha pasado de cobrarse la vida de 18 menores de 14 años en el año 2016 a un total de 21 en 2017, y todavía sigue posicionada como la principal causa de mortalidad infantil.
Muertes evitables además si se hubieran tomado las medidas de precaución adecuadas, ya que el 40% de los fallecidos no usaban ningún sistema de retención infantil y, de, los que sí lo hacían, sólo el 18 por ciento lo llevaba de forma correcta, detalla otro estudio de la Fundación MAPFRE. Recordar siempre que el uso adecuado de un sistema de retención infantil reduce hasta entre un 75 y un 90% las posibles lesiones derivadas de un golpe con el coche. Deberá usarse hasta que el niño cumpla los 12 años de edad o supera el metro y medio de estatura.
Creado: 24 de septiembre de 2013