Cojín de lactancia
El cojín de lactancia es un accesorio pensado para aportar un plus de comodidad al amamantar a tu bebé, aunque también puede tener otros usos. Conócelos y decide por ti misma si lo necesitas en tu ajuar.

Usos del cojín en las posturas de lactancia recomendadas

Por: Amparo Luque

Periodista experta en embarazo e infancia

Actualizado: 10 de enero de 2023

Cada madre elige la mejor postura para dar de mamar a su bebé, según la ocasión y la efectividad que consiga en su pequeño. A continuación repasamos algunas de las más habituales y te mostramos cómo el cojín de lactancia puede acompañarla en la mayoría de ellas:

  • Postura de cuna

    Postura de cuna

    Es la más habitual. Sentada, sujetas al bebé con los brazos en horizontal a ti, acercándolo al pecho para que mame correctamente. En este caso, el cojín de lactancia se coloca debajo de tus brazos, con lo que sigue permitiendo que lo acurruques, pero de una forma confortable.

  • Postura de agarre cruzado o de cuna cruzada

    Postura de agarre cruzado o de cuna cruzada

    Esta es similar a la anterior, aunque la cabeza del bebé no se apoya en el antebrazo o el hueco de tu brazo, sino que se la sujetas tú con tus dos manos, y es la madre la que se acomoda con el cojín de lactancia.

  • Postura de agarre cruzado o de cuna cruzada

    Postura de rugby

    También sentada, pasas las piernas del bebé por debajo de uno de tus brazos, quedándose éstas hacia atrás y él de frente a tu pecho. En esta postura, el cojín de lactancia estaría alrededor de tu cuerpo, debajo del bebé.

  • Postura tumbada

    Postura tumbada

    Tú te recuestas de lado en la cama y colocas al bebé delante de tu pecho. Situando el cojín bajo el bebé, lo alzará y favorecerá la lactancia. Es una postura especialmente cómoda para cuando te encuentres muy cansada.

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Otros usos del cojín de lactancia

Aunque el cojín de lactancia está pensado para dar el pecho (y el biberón, por lo que el papá también puede beneficiarse de su comodidad) y ésta sea su utilidad fundamental, también puedes adquirirlo desde el embarazo. Para esta etapa, el tipo ‘serpiente’ en concreto te será muy práctico. Y es que, uno de sus usos puede ser ayudarte a estar más cómoda durante la noche y facilitar ese sueño que, con el volumen que va adquiriendo tu tripa, a veces cuesta tanto alcanzar. En este caso, la almohada de lactancia se adapta perfectamente a tu vientre y te permite dormir mejor, colocándola incluso entre las piernas.

También puedes utilizarlo como apoyo para la espalda o para subir las piernas encima de él.

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En cuanto a otras aplicaciones del cojín de lactancia para tu bebé (tanto del modelo herradura como del de serpiente), lo puedes usar como nido, rodeando al pequeño y sujetándole; o para protegerle de caídas cuando esté dormido.

Estas utilidades extra le dan un valor añadido al cojín de lactancia que pueden acabar por convencerte de que quizás no sea algo imprescindible pero que, una vez que lo tengas, le sacarás mucho partido y se convertirá en una buena inversión.

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Creado: 14 de octubre de 2014

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