Cómo entender al niño cuando aún no habla

Una de las cosas que más estrés provoca a los padres es no ser capaces de entender a sus hijos cuando estos aún no hablan, cuando lloran desconsoladamente y aparentemente nada les pasa, cuando están inquietos o están decaídos. En primer lugar, es importante no angustiarse, puesto que el niño, aunque todavía no hable, nota esa ansiedad desde los cuatro meses. Y es que a esa edad empieza a distinguir las cualidades emocionales del lenguaje y su entonación.

Resulta conveniente que, desde el nacimiento, tanto el padre como la madre pasen tiempo con el bebé y muestren mucho interés por comunicarse con su hijo, más allá de las palabras. Esto contribuirá a que los padres descubran cómo se expresa su hijo, y a que encuentren las diferencias entre los distintos llantos del bebé, sus sonidos guturales y sus balbuceos, porque cada uno expresa una necesidad que, con tiempo, aprenderán a diferenciar.

Por otro lado, es importante que se trabaje con los niños otro tipo de comunicación. En este sentido, para potenciar la comunicación con los niños previa al lenguaje oral sólo podemos trabajar la expresión corporal. Así, los peques pueden aprender sin ningún problema a señalar sus partes del cuerpo (y de esta forma podrá mostrar dónde le duele) y a expresar sus necesidades básicas para comunicarse (llevándose las manos a la boca indicará hambre o sed, al pañal marcará que necesita ser cambiado, etcétera).

Estrategias para comunicarte con tu bebé

En definitiva, partimos de la base de que entender a un bebé que aún no habla puede ser un desafío, pero es fundamental para su desarrollo y bienestar que hagamos ese esfuerzo como padres. Para ello aquí te dejamos algunas estrategias para comprender y comunicarte con un niño que todavía no ha desarrollado el lenguaje verbal:

• Observa las señales no verbales: los bebés y niños pequeños utilizan una variedad de señales no verbales para comunicarse. Observa sus gestos, expresiones faciales, movimientos y tonos de voz. Estas señales pueden proporcionar pistas sobre sus necesidades y deseos.
• Mantén contacto visual: establecer contacto visual con el niño es importante. Cuando los menores ven que estás prestando atención a ellos, es más probable que intenten comunicarse contigo.
• Escucha atentamente: aunque el niño no hable, presta atención a los sonidos y balbuceos que emite. A veces, estos sonidos pueden indicar lo que está sintiendo o pensando.
• Interactúa de manera afectuosa: el contacto físico, como abrazos y caricias, puede ser una forma poderosa de comunicación y fortalecer el vínculo emocional con tu hijo.
• Habla con el niño: aunque el niño no pueda responder con palabras, háblale de manera calmada y cariñosa. Esto le ayudará a acostumbrarse a la estructura del lenguaje y a tu tono de voz.
• Sé paciente: entender a tu bebé puede requerir tiempo y paciencia. No te sientas frustrado si no puedes identificar sus necesidades de inmediato.
• Muéstrale objetos: mostrar objetos o imágenes relacionados con lo que el niño pueda estar pensando o sintiendo puede ser útil para establecer comunicación. Por ejemplo, puedes enseñarle una botella si crees que tiene sed.
• Imita sus sonidos y gestos: esta acción puede ser una forma efectiva de establecer una conexión y alentar la comunicación. Esto le muestra al peque que estás prestando atención y que valoras su intento de comunicación.
• Consulta a un profesional: en cualquiera caso, si tienes preocupaciones sobre el desarrollo del lenguaje del niño o si sospechas que podría tener dificultades de comunicación, es importante buscar la opinión de un profesional de la salud infantil, como un pediatra, un logopeda o un especialista en desarrollo infantil. Cuanto antes se aborden las preocupaciones, mejores serán las opciones de intervención temprana si es necesario.