Consejos para ayudar al niño a desarrollar su lenguaje
Por: Álvaro Saiz
Psicopedagogo y maestro de educación infantil
Actualizado: 6 de febrero de 2023
Todo se puede entrenar para ser mejorado, el habla también. Por ello, podremos trabajar unos aspectos y seguir unas pautas para ayudar al niño a hablar y potenciar su lenguaje una vez ya adquirido. También debemos tener en cuenta que cuanto más lo trabajemos, será mejor, aunque nunca llegando a cansar al pequeño.
En primer lugar, las personas que forman parte del entorno del niño, tanto en el aula (los profesionales), como fuera de ella (familia, amigos…), deben de cuidar su lenguaje. Son los dos modelos tradicionalmente más cercanos al crío y éste repetirá aquello que esté acostumbrado a oír. Por esto mismo, debemos controlar qué oye y, sobre todo, qué programas hay en la televisión cuando esté delante. Si todo lo que oye no está adecuado a su nivel, el niño no se verá capacitado para imitarlo.
Por otro lado, cuando tu hijo empiece a hablar, no se le debe corregir constantemente cada fallo, se le debe dejar terminar las frases para que sienta confianza para hablar sin interrupciones. Cuando el niño cometa un error podemos corregírselo, bien introduciendo el término adecuado en la siguiente frase que le digamos, o bien explicándole cómo ha de decirlo. Normalmente, si el pequeño apenas comete fallos es mejor explicarle cómo se dice, pero, si cae en numerosas incorrecciones, es mejor ir, poco a poco, corrigiendo sus errores en nuestras conversaciones con él.
Trucos para que el niño aprenda a hablar
Existen trucos, juegos y ejercicios que puedes emplear para estimular a tu hijo y ayudarle a que aprenda a hablar. Por ejemplo, uno de los principales problemas de los chiquillos es la articulación de los fonemas. Para mejorarla, podemos hacer numerosos ejercicios bucales que, además, le mantendrán entretenido. Así, existen diferentes juegos como soplar pequeños trozos de papel, contarle una historia sobre las aventuras de la lengua (cómo subía y bajaba, cómo iba de derecha a izquierda, cómo salía a saludarnos, cómo paseaba por los dientes…); es positivo cualquier juego que se nos ocurra para que el niño aprenda a trabajar con la lengua y sea capaz de manejarla, llevándola a diferentes puntos de la boca (paladar o diferentes posiciones en los dientes).
El gusto por el lenguaje oral es importante para el niño; que le guste utilizarlo y que desee poder hacerlo es clave. Para estimularle a hablar, los padres y educadores han de leerle habitualmente cuentos adecuados a su edad, porque así unirá las imágenes con la voz y le resultará más sencillo seguir la historia. No es imprescindible el uso de cuentos editados; para el pequeño es también muy útil que le cuenten historias aunque carezcan de imágenes. En ambos casos, es absolutamente necesario que el adulto vocalice bien y emplee un tono sosegado que al niño le transmita calma.
Las cancioncillas infantiles son fundamentales para los más peques cuando se inician en el lenguaje oral; su ritmo lento, sus frases cortas y sus rimas sencillas hacen que el nene las aprenda y las repita sin demasiados problemas, lo que hará que se familiarice con el lenguaje oral y lo utilice, ampliando así sus registros lingüísticos. Para esto es conveniente que los padres hablen con los educadores para conocer qué canciones se cantan en el aula y así dar continuidad en casa.
Finalmente, no debemos olvidar lo más importante: mostrar interés por el lenguaje del niño, pasar tiempo con él y hablarle constantemente en un lenguaje adecuado para que se acostumbre a las palabras.
Creado: 4 de febrero de 2013