Editan una guía para ayudar a los padres a inculcar a sus hijos hábitos de vida saludables
19/06/2011
Investigadores multidisciplinares de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), con la colaboración de Coca-Cola España, acaban de editar una guía con el objetivo de ayudar a los padres en el proceso educativo de sus hijos para que les inculquen hábitos de vida saludables.
El manual se basa en 'La pirámide del estilo de vida saludable para niños y adolescentes' y pretende establecer desde la infancia el interés por la actividad física, para conseguir el equilibrio energético entre la ingesta y el gasto calórico, y proteger de esta forma a los pequeños frente al sobrepeso y la obesidad, patología que, según los expertos, se ha cuadriplicado en España entre la población infantil en los últimos 30 años.
La guía ha sido confeccionada por expertos del grupo de investigación ImFINE de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte-INEF de la Universidad Politécnica de Madrid, está especialmente dirigida a padres con hijos de entre 6 y 18 años, y promueve medidas encaminadas a instaurar hábitos saludables (entre los 6 y los 9 años), consolidarlos (entre los 10 y los 13 años), y mantenerlos (entre los 14 y los 18 años).
La guía establece pautas para crear, consolidar y mantener hábitos saludables entre la infancia y la adolescencia
En concreto, la guía recomienda que en la primera etapa, la de crear hábitos saludables en los niños de seis a nueve años, la actividad física se base sobre todo en juegos. Con respecto a la alimentación, los autores proponen que se incluyan en la dieta nuevos alimentos, poco a poco, e incitando a los pequeños a probar nuevos sabores. Destacan, además, lo importante que es acostumbrarles a distribuir los alimentos en cinco comidas al día.
Entre los 10 y los 13 años se producen numerosos cambios físicos, intelectuales y emocionales. Se trata de un período de transición entre infancia y adolescencia, caracterizado por la necesidad de consolidar los hábitos saludables que se iniciaron en la etapa anterior. Durante estos años es aconsejable que los niños practiquen distintos deportes y escojan el que más les satisfaga, porque es importante que la práctica deportiva les resulte estimulante si se quiere conseguir que este hábito continúe, tanto durante la adolescencia como cuando se hagan adultos.
Según los expertos que han participado en esta monografía, las actividades deportivas aportan numerosos beneficios a la salud, como mejorar el rendimiento físico e intelectual y la calidad del sueño, favorecer la sociabilidad, y reforzar la autoestima.
La última etapa (de 14 a 18 años), está enfocada a reforzar los buenos hábitos adquiridos, lo que también contribuirá a evitar que los jóvenes adopten ciertos hábitos nocivos, como el tabaco y el alcohol. A estas edades, los adolescentes ya pueden organizar sus actividades deportivas, y es conveniente que ejerciten regularmente fuerza, resistencia, velocidad y flexibilidad. Su dieta debe ser variada y equilibrada, de acuerdo con la actividad física que realicen habitualmente.
Los expertos también recuerdan a los padres que es fundamental prestar atención a la ingesta de líquidos a todas las edades, y especialmente durante y después de la práctica deportiva y los juegos. La profesora Marcela González-Gross, de la Universidad Politécnica de Madrid y coordinadora del proyecto, ha explicado a este respecto que el agua y los electrolitos que se pierden con el sudor cuando se realiza una actividad física intensa o prolongada, tienen que reponerse cuanto antes para evitar la deshidratación y otros problemas de salud.
Fuente: EUROPA PRESS
Actualizado: 1 de agosto de 2017