Los niños deberían dormir la siesta solo hasta los 2 años

Dormir la siesta, a pesar de que mejora la capacidad de concentración y la memoria en los adultos y los niños en edad preescolar, no es recomendable cuando los pequeños tienen más de dos años, según un nuevo estudio.
Niña durmiendo

Aconsejan que a partir de los dos años los niños duerman solo por la noche

Dormir la siesta, a pesar de mejorar la capacidad de concentración y la memoria en el caso de los adultos y los niños en edad preescolar, parece que no es tan recomendable cuando los pequeños tienen ya más de dos años, según las conclusiones de un nuevo estudio que se ha publicado en Archives of Disease in Childhood, y que revelan que a partir de esa edad lo ideal es que duerman como mínimo 9-10 horas diarias, pero seguidas y durante la noche.

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El estudio, realizado por investigadores de la Escuela de Psicología de la Universidad Tecnológica de Queensland (Australia), tenía como objetivo comprobar la influencia de la siesta en la calidad del sueño nocturno de los niños pequeños, y en su cognición, su comportamiento y su salud física.

Los niños que seguían durmiendo la siesta después de los dos años de edad tardaban más tiempo en conciliar el sueño por la noche y disfrutaban de menos tiempo de sueño diario

Para ello, revisaron 26 estudios al respecto que consideraron relevantes y en los que se ofrecían datos sobre siestas en niños hasta los cinco años, y observaron que los niños que seguían durmiendo la siesta después de los dos años de edad tardaban más tiempo en conciliar el sueño por la noche y disfrutaban de menos tiempo de sueño diario. No encontraron, sin embargo, asociaciones significativas entre la siesta y su conducta o salud en general.

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La duración global y la calidad del sueño en cada periodo de 24 horas afecta decisivamente al desarrollo y la salud de los menores, y resulta clave para restablecer su equilibrio físico y psicológico, por lo que los autores del trabajo indican que es importante realizar nuevos estudios para investigar en profundidad los efectos de la siesta y los patrones de transición del sueño en la primera infancia.

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Actualizado: 21 de noviembre de 2016

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