Aprender a distinguir sonidos en la infancia facilita el aprendizaje
08/01/2012
Una investigación realizada por el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) ha comprobado lo importante que resulta exponer a los niños pequeños a determinados sonidos para estimular su sensibilidad auditiva y facilitar el aprendizaje.
En el estudio, que se llevó a cabo con ratones, comprobaron que una zona del cerebro, denominada colículo inferior, jugaba un importante papel a la hora de desarrollar o mantener una especial sensibilidad hacia ciertos estímulos auditivos a los que se había expuesto a los animales.
La hipersensibilidad de los músicos ante los estímulos auditivos hace que sean capaces de apreciar la diferencia entre dos pianos, porque han desarrollado la facultad para discriminar sonidos desde que eran pequeños
En opinión de los investigadores, la función que desempeña el colículo inferior podría tener significativas repercusiones en diversas actividades humanas como, por ejemplo, aprender idiomas que, como se ha comprobado, es más sencillo y eficaz cuando se trata de niños pequeños. A este respecto, uno de los autores del estudio, Manuel Sánchez Malmierca, afirma que, al igual que la corteza cerebral, el colículo está también involucrado en la audición.
El proceso por el que las neuronas subcorticales desarrollan la sensibilidad a los estímulos auditivos recibidos, está relacionado con la capacidad que tiene el cerebro para adaptarse a diversas situaciones, una ‘plasticidad’ que resulta mayor en la primera etapa de la infancia y que se va perdiendo con la edad. Así, cuando se estimula a estas neuronas con un sonido específico, se produce una variación en su sintonía habitual. Esto puede explicar la hipersensibilidad de los músicos, que hace que sean capaces de apreciar la diferencia entre dos pianos, porque han desarrollado la facultad para discriminar sonidos desde que eran pequeños.
Además de en la música, se puede aplicar en la práctica para la enseñanza de idiomas porque, como explica Sánchez Malmierca, para que un niño aprenda una lengua extranjera es recomendable que vea sus programas infantiles preferidos en ese otro idioma, el inglés por ejemplo, ya que absorberá con suma facilidad tanto el vocabulario y la gramática, como la forma correcta de pronunciar las palabras. Esto resulta particularmente útil en niños de tres a ocho años.
Actualizado: 26 de abril de 2017