Crianza bilingüe, ¿opción o necesidad?

Cada vez son más las familias que eligen criar a sus hijos con el objetivo de que sean bilingües. Descubre las claves para lograr una inmersión efectiva en el aprendizaje precoz de dos lenguas de forma simultánea.
Niña sosteniendo una bandera española y otra estadounidense

Por: Elena Ayuso

Periodista, experta en educación infantil y embarazo

Actualizado: 18 de septiembre de 2024

Un niño es bilingüe cuando entiende y se comunica perfectamente y con soltura en dos idiomas diferentes y es capaz de desenvolverse con ellos, aunque tenga acento, y a pesar de que su dominio de una de las lenguas sea mayor. En nuestra sociedad, cada vez son más las familias que eligen criar a sus hijos con el objetivo de que sean bilingües y cada vez más los colegios e institutos que han adaptado el bilingüismo en sus programas educativos. En ocasiones la crianza bilingüe es una opción y, en otras, una necesidad. Si queremos llevarla a cabo con éxito, lo mejor es empezar con ella desde el nacimiento del niño. En este artículo te explicamos cómo conseguirlo.

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Crianza bilingüe, ¿por qué se elige?

La crianza biligüe de los niños se puede elegir por distintos motivos. Normalmente, una familia se orienta hacia este tipo de educación cuando:

Crianza bilingüe
  • Los padres tienen dos idiomas diferentes y desean que sus descendientes hablen ambas lenguas con el fin de asegurar una comunicación óptima con las dos familias y que sus hijos conozcan bien ambas culturas.
  • Son niños de una familia inmigrante, procedente de otro país diferente y con una lengua distinta. En este caso necesitan aprender la lengua del país de acogida para facilitar la integración en él. Pero también es aconsejable que los menores no pierdan el contacto con sus raíces, por lo que lo ideal es que los padres, aunque lleven muchos años viviendo en el país de acogida y hablen perfectamente el idioma, también enseñen a sus hijos a comunicarse correctamente en la lengua de sus antepasados.
  • Se reside en comunidades o países bilingües o plurilingües, como en el caso de Cataluña o Suiza.
  • Los padres son monolingües y lo eligen como una opción porque consideran que beneficia a su hijo, que va a dominar de este modo dos idiomas diferentes con todas las ventajes que conlleva, como veremos más adelante.

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En definitiva, se opta por la crianza bilingüe con el objetivo de asegurar la herencia cultural y la comunicación lingüística en familia bilingüe, y de beneficiarse de las ventajas implícitas que ello puede conllevar, tanto en la formación como persona como en el ámbito académico y profesional.

Claves de la crianza bilingüe

La crianza bilingüe es enriquecedora para el niño, para la familia, y para la sociedad en general. Pero, ¿cómo llevarla a cabo?

No existe un método o fórmula mágica, sino varias opciones. Lo mejor es que la inmersión sea natural, y que permita el aprendizaje de las dos lenguas de forma simultánea y precoz: cuanto antes, mejor. Que el niño se comunique y sea capaz de desenvolverse en las dos lenguas, que pase de una a otra sin traducir, y que lo consiga lo antes posible, es el objetivo a alcanzar.

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Los expertos de Sinews, instituto de terapia multilingüe, aseguran que cada situación es diferente: hay casos en los que los padres tienen distinto idioma; en otros, es la escuela la que marca la diferencia, o la cuidadora la que se dirige a los niños en otra lengua. Así que para lograr con éxito el objetivo hay que mezclar bien los dos ingredientes principales: el tiempo de exposición y que la inmersión haga indispensable el hacerse entender en dicha lengua.

Hay casos en los que se sigue el método denominado “un padre, una lengua”, que consiste en que en familias con progenitores con idiomas diferentes cada uno hable en el propio: la madre emplea el suyo; el padre, por su parte, hace lo mismo; y en momentos en los que están todos reunidos se puede optar por la misma fórmula o establecer una lengua común.

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Consejos de la crianza bilingüe

Normalmente, suele haber una lengua mayoritaria y otra minoritaria. Por mayoritaria se entiende la lengua más empleada por coincidir, por ejemplo, con la del país en el que se reside o el colegio al que se asiste. En el caso de una pareja de español e italiana residentes en España, la mayoritaria sería el español y la minoritaria la lengua italiana.

Consejos para potenciar la lengua minoritaria en la crianza bilingüe

En cualquier caso, si el niño se halla inmerso en un ambiente bilingüe en su hogar, terminará hablando las dos, aunque en estos casos lo ideal es intentar compensar y que la minoritaria sea reforzada con múltiples actividades como:

  • Hablar al niño desde su nacimiento, contarle cosas, nombrar los objetos que nos rodean, describirle las acciones que realizamos. Canciones, rimas, adivinanzas, todo es válido para que desarrolle el lenguaje y amplíe su vocabulario.
  • La zona del cerebro responsable del aprendizaje de la lengua se desarrolla en el inicio de la infancia, por lo que es altamente aconsejable que se comience a criar al niño en un ambiente bilingüe desde el nacimiento. Lo ideal es que cada padre se dirija al bebé en su idioma correspondiente desde el primer día.
  • Un factor muy importante es el tiempo de inmersión en esa segunda lengua. De acuerdo con Sinews, lo ideal es que el niño viva en contacto con ese idioma por lo menos durante el 20% del tiempo en el que está despierto. Y ello debería ser así sobre todo durante los primeros seis años de vida. No siempre es posible y no hay que preocuparse por ello. Muchos casos de bilingüismo se enmarcan dentro de lo que se denomina bilingüismo tardío, que es aquel en el que la segunda lengua se domina cuando la primera ya está consolidada. Es el caso de personas que son bilingües una vez adultos y que han entrado en contacto con esa segunda lengua muy tarde, consiguiendo un nivel nativo a pesar de ello.
  • La lectura: un estudio del CAL (‘Center for Applied Linguistics’), organismo especializado en la educación bilingüe, señala que leer o hablar a un niño es más eficaz que exponerle a sonidos grabados, como la televisión o la radio, por ejemplo. El hecho de leer en voz alta a un niño aumenta más el léxico de éste que utilizar medios audiovisuales.
  • Aun así, ver la tele en ese idioma y escuchar canciones o cuentos grabados es también recomendable, pero no hay que olvidar que el niño ha de interactuar para obtener el máximo rendimiento.
  • Emplear los innumerables recursos que Internet pone a nuestra disposición: webs con actividades en el idioma que quiere fomentarse (actividades lingüísticas, juegos, pasatiempos…), portales dirigidos a familias bilingües, medios de comunicación digitales en esa lengua…
  • Frecuentar ambientes en los dos idiomas: amigos de los padres que compartan esa lengua o nacionalidad, asistir a colegios donde se estudie en dicho idioma, realizar actividades en esa lengua (deportes, cursos, campamentos de verano…), etcétera.
  • Asistir a talleres de bilingüismo dirigidos a los padres.
  • Viajar al país donde se habla el idioma minoritario.
  • Animarle a escribir cartas a los familiares o amigos que comparten esa lengua.
  • Procurar emplear juegos de mesa en el idioma minoritario. Aprender jugando es una fórmula infalible.
  • Hay consultorios online y tutorías para resolver las posibles dudas que surjan a lo largo de la crianza.

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Mitos sobre la crianza bilingüe

Como en otros temas relacionados con la crianza o educación de los niños, existen muchos mitos acerca de la crianza bilingüe de los niños, por ejemplo:

  • Son frecuentes los temores de los padres a crear confusión en el niño. Este es un mito que ha de ser desterrado después de todos los estudios que han establecido que la mezcla de idiomas al hablar no se debe a ninguna confusión, sino a un intercambio de códigos. Frecuente en las personas bilingües, esto consiste en salpicar una conversación con palabras del otro idioma. Varias investigaciones avalan que usar dos idiomas en una misma conversación es signo inequívoco del dominio de los dos idiomas, y únicamente se debe a factores ambientales y contextuales de la propia conversación.
  • Las personas bilingües atraviesan fases en las que domina una lengua más que la otra, en función de distintas circunstancias. En un niño expuesto a dos o más idiomas es perfectamente normal la mezcla de lenguas hasta los cuatro años aproximadamente. Se considera un fenómeno tan natural como conjugar todos los verbos como si fuesen regulares cuando los niños comienzan a hablar.
  • En muchas ocasiones se ha apuntado al bilingüismo como causa de retrasos en el habla, y se ha afirmado que el niño bilingüe comienza a hablar más tarde, ya que requiere más tiempo para aprender los dos idiomas. Sin embargo, no hay investigaciones empíricas que lo demuestren.
  • Otro mito a desterrar es aquel que asocia inteligencia con bilingüismo. Por ser bilingüe no se es más inteligente, aunque son innegables las ventajas cognoscitivas que aporta la crianza bilingüe y que exponemos a continuación.

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Ventajas de la crianza bilingüe

Las ventajas de la crianza bilingüe para los niños, que han sido contrastadas en diversos estudios, se pueden resumir en:

  • El desarrollo bilingüe aumenta a su vez la atención selectiva del niño, la capacidad de abstracción, la concentración en los detalles de importancia descartando los aspectos superfluos de una situación, y ayudando a la capacidad resolutiva del mismo. El poseer dos palabras para el mismo concepto estimula la flexibilidad mental.
  • La persona bilingüe domina la conciencia del lenguaje como sistema, lo que favorece el aprendizaje de otros idiomas, además del perfecto conocimiento y la destreza en la lectura de los dos propios.
  • El conocimiento y dominio de dos o más lenguas favorece la obtención de buenos resultados en el ámbito académico y en la búsqueda de trabajo cualificado.
  • Se estimula la capacidad de comprensión de otras culturas diferentes a la propia.
  • Algunas investigaciones han demostrado que el bilingüismo retrasa la aparición del alzhéimer y del deterioro cognitivo.

En definitiva, la crianza bilingüe es una opción muy positiva en la que la interacción humana es el mejor medio de conseguirla y donde el papel de los padres, creando un entorno que facilite la inmersión del niño en los dos idiomas de forma espontánea y natural, es fundamental.

Creado: 24 de septiembre de 2012

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