¿A qué edad hay que inculcar hábitos de estudio en los niños?
Por: Álvaro Saiz
Psicopedagogo y maestro de educación infantil
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
Para la mayoría de las personas el factor determinante para tener éxito académico es el nivel de inteligencia que cada uno tiene. Si bien es cierto que no se puede negar que es un hecho muy importante, no podemos obviar uno más significativo aún: los hábitos de estudio.
Se considera hábitos de estudio el tiempo que dedicamos a estudiar y lo que el estudio comporta en sí; es decir, no se trata sólo del tiempo o el esfuerzo que destinemos al ejercicio de memorización, sino el que empleamos en desarrollar todo el trabajo previo y posterior (resúmenes, esquemas, lecturas…). Además de la variable tiempo, debemos controlar la calidad del trabajo que se realiza en ese tiempo, y el ambiente en el que se desarrolla.
¿A qué edad hay que inculcar hábitos de estudio en los niños?
Los hábitos de estudio son adecuados, e incluso necesarios, durante toda la vida académica de una persona, ya que la dificultad de las tareas se incrementa con el paso de los años, y es conveniente haber cimentado desde pequeños una buena ética de trabajo y de esfuerzo.
Si nos paramos a pensar en los peques que empiezan el colegio con tres años, podemos plantearnos qué tienen que estudiar a esa edad para necesitar estos hábitos. Pues bien, puede que los colores, la grafía, los números o las vocales ya los conozcan y no requieran un trabajo extra fuera del aula, pero sigue siendo ideal que en casa se sienten todas las tardes con sus padres y repasen lo que han visto ese día en clase, que les dejen pintar libremente en un cuaderno o, mejor aún, que les lean un cuento.
El objetivo principal no es conseguir que adquieran muchos más conocimientos (en lo referente a los hábitos de estudio en esta edad eso es secundario), de lo que realmente se trata es de que desde pequeños entiendan que fuera del colegio hay que seguir haciendo cosas de clase, y que no hay dos mundos tan diferentes en donde en uno se estudia y en el otro no.
A esta edad puede que aún no vayan a la escuela, pero aun así se les deben inculcar unos buenos hábitos de estudio, puesto que después en las aulas se aprecia la gran diferencia que existe entre los alumnos que llevan tiempo trabajando en sus casas y los que se introducen en el sistema educativo a los seis años sin ninguna preparación previa.
Estas diferencias son subsanables y, de hecho, se pueden asumir al inicio, pero requieren un trabajo mucho mayor para docentes y padres si se desea que estos niños no vayan por detrás de sus compañeros desde tan temprana edad. Por eso, acostumbrar a los pequeños a tener unos buenos hábitos de estudio permitirá que, aunque sufran un retraso académico, puedan ponerse más fácilmente al nivel de sus compañeros.
A medida que nuestros hijos van haciéndose mayores las exigencias educativas crecen progresivamente con ellos y, por tanto, tener unas pautas adecuadas de estudio cobra cada vez más importancia.
Creado: 5 de noviembre de 2013