Cuándo se hace un test de WISC

Algunas instituciones educativas realizan la prueba del test de WISC a todos sus alumnos, para comprobar el nivel de inteligencia de estos y detectar si hay entre ellos niños por encima de la media o por debajo y que requieran de clases de refuerzo. Las pruebas las suele administrar una persona del propio centro educativo, como puede ser el psicólogo o el orientador de la escuela.

También puede solicitarse por parte de los padres cuando tengan sospechas de que su hijo no rinde lo que debiera, o que muestra algún tipo de retardo en la comprensión o ejecución de tareas en comparación con otros niños de su misma edad.

Igualmente, los maestros pueden sugerir a los padres que lleven a su hijo a un profesional, para que le someta a este test de WISC, al haber detectado cierto nivel de retraso en el desempeño de las tareas en comparación con sus compañeros de clase; aunque también puede darse la preocupación contraria, por parte de los padres, al observar que el pequeño muestra capacidades y habilidades más propias de edades superiores, lo que puede despertar la curiosidad e inquietud para comprobar su nivel de inteligencia. Siendo por tanto su aplicación útil para identificar dificultades intelectuales y de aprendizaje, y establecer diagnósticos de retraso mental o de superdotado.

La prueba por tanto va a servir para establecer si el pequeño se encuentra en la media, es decir, con un resultado similar al del resto de sus compañeros; por debajo de la media, es decir, con una ejecución peor de lo esperable a su edad; o por encima de la media, es decir, con resultados más propios de edades superiores.

Además de todo ello, el test WISC se emplea también como herramienta de evaluación neuropsicológica, como por ejemplo para ver si ha habido afectación ante un traumatismo craneoencefálico provocado por un accidente en donde haya estado implicado el menor.