Sobreproteger al niño, un gran error
Por: Celia Rodríguez Ruiz
Psicóloga clínica sanitaria, especialista en pedagogía y psicología infantojuvenil
Actualizado: 21 de octubre de 2022
La sobreprotección es la mayor enemiga de la autonomía de un niño, y es habitual que los padres por querer hacer lo mejor para nuestros hijos cometamos el error de sobreprotegerlos. Es imprescindible proteger a los pequeños frente a los peligros y amenazas del entorno, pero cuando estos peligros y amenazas no existen caemos en la sobreprotección y esto es contraproducente para la educación y el desarrollo de los niños.
Al sobreproteger al niño impedimos que se enfrente a sus tareas y retos diarios. Sin embargo, debemos permitir que los afronte por sí mismo para que pueda desarrollar estrategias para superarlos, y aprenda así a confiar en su capacidad para solucionar los pequeños conflictos y las adversidades que se le presenten.
Unos padres excesivamente protectores acostumbran a su hijo a depender de otros para resolver sus problemas. Las consecuencias de este modo de educar son muy negativas, dan lugar a patrones dependientes, a una baja autoestima, y a una escasa fe en las propias habilidades y capacidades.
Diferencia entre proteger y sobreproteger al niño
No siempre es fácil saber cuándo hay que proteger a los niños y cuándo no es necesario. Debemos procurar a nuestros hijos una infancia agradable y llena de buenos momentos, pero sobreprotegerlos es perjudicial para su desarrollo. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre proteger y sobreproteger? ¿Cuándo debemos atender a las necesidades del pequeño y cuándo debemos dejar que se desenvuelva por sí mismo?
La clave está en prestar siempre apoyo y consejo a los niños y vigilarles constantemente, pero manteniendo la distancia cuando se trate de acciones que pueden realizar ellos solos. Proteger es, por tanto, apoyar, guiar y aconsejar, y sobreproteger es hacer por ellos lo que están capacitados para hacer solos.
Nuestra función como familia y educadores es la de enseñar, educar, y servir de guía a los menores hasta que no nos necesiten, impulsando su desarrollo y fomentando su autonomía e independencia. Recuerda que ayudar no significa hacer las cosas en su lugar, y no te conviertas en un obstáculo que les impida desarrollar las habilidades y estrategias necesarias para resolver sus conflictos y enfrentarse a sus retos.
Algunos consejos que te pueden servir para cuidar y educar a tu hijo sin caer en la sobreprotección son:
Creado: 17 de febrero de 2015