Consejos sobre el sueño del bebé para padres primerizos
Actualizado: 2 de marzo de 2023
Todo el mundo asocia al recién nacido a malas noches, pero tranquilos, no tiene por qué ser tan horrible. Entre los dos podéis buscar un cierto equilibrio para que mientras uno se ocupa del bebé, el otro duerma, de noche, pero también de día. Es más fácil si el bebé se alimenta con biberones porque podéis establecer turnos. Si toma el pecho, la madre debe intentar descansar al mismo tiempo que el bebé, delegando en su pareja o la familia todo el resto. Haced, en definitiva, del sueño, una prioridad, si os organizáis bien podréis sobrellevarlo mejor los primeros meses.
Eso sí, que el número de horas que duerme un nacido –unas 16 o más– no os engañe, lo hacen en periodos de dos a cuatro horas, que se alargan según pasan los meses. Eso no quiere decir que no se pueda ir acostumbrando, poco a poco, a una rutina de sueño conveniente para toda la familia. Un error bastante frecuente, por ejemplo, es convertir la casa en un santuario si el bebé está durmiendo. A partir del mes y medio, sus patrones de sueño empiezan a relacionar los ciclos de luz-oscuridad. Por eso debe percibir la luz del sol y habituarse a los ruidos cotidianos de la casa durante las siestas para saber cuándo es de día.
Otra práctica equivocada es dejarle dormir en vuestra cama. Al principio, como las tomas son tan frecuentes, podéis poner su moisés al lado –existen algunos que se acoplan a las camas grandes–, y sacarlo para darle el pecho. El bebé se sentirá acompañado y vosotros le podréis atender rápidamente. Pero no es recomendable que duerma con vosotros, ya que se corre el riesgo de quedarse dormido con el bebé debajo del cuerpo y aplastarlo o asfixiarlo. En cualquier caso, aquí encontrarás opiniones a favor y en contra del colecho para poder decir por vosotros mismos.
Un último consejo sobre el sueño: es muy importante que los bebé duerman boca arriba para evitar el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante.
Creado: 17 de abril de 2012