¿De qué color tendrá los ojos mi bebé?
Actualizado: 28 de junio de 2022
Desde antes de que nazca el bebé, los padres se imaginan cómo puede ser. En concreto, la duda sobre el color de ojos suele presentarse cuando los padres tienen color de ojos diferentes (uno claros y el otro oscuros) o algún familiar cercano, normalmente los abuelos, destaca por su color de ojos. En general, el color claro, especialmente el azul, es el más deseado, quizá por no ser tan común.
Para disipar la duda y conocer el color definitivo de los ojos del bebé se debe esperar algún tiempo, ya que después del parto, y durante los primeros meses de vida, los ojos del pequeño suelen tener un color grisáceo poco definido, que difícilmente nos deja adivinar su color real. Este color no tiene nada que ver con la lactancia materna, como popularmente se piensa, sino que se debe a que aún no se han desarrollado las células que producen la melanina, que es la que concede el color al iris.
Mientras tanto, para hacernos una idea de cuál puede ser su color de ojos, podemos recurrir a la genética, es decir, a las características físicas de los progenitores. En el caso de los ojos, además de la carga genética aportada por los padres, influye la de los abuelos, e incluso la de los bisabuelos.
Padre y madre transmiten una pareja de genes cada uno para el color de ojos. Y estos genes pueden ser dominantes o recesivos. Los genes dominantes van a prevalecer sobre los recesivos. Es por esto que los ojos oscuros, que son genes dominantes, se imponen frente a los claros, cuyos genes son recesivos. De este modo, un bebé cuyos padres tienen uno los ojos azules y otro marrones, tiene más de un 50% de posibilidades de nacer con los ojos marrones, poco más de un 30% de que sean verdes, y menos de un 10% de que sean azules.
Creado: 11 de noviembre de 2014