El bebé ni duerme ni deja dormir, ¿qué hacemos?
Actualizado: 2 de marzo de 2023
Fiebre, hambre, calor, un pañal sucio… pueden hacer que el bebé se despierte por la noche. Esto es lo normal, lo que ya no es tan normal es que el bebé tenga dificultades para dormirse solo a partir de los seis meses, sufra frecuentes despertares nocturnos (de tres a quince veces sin que puede volver a dormirse sin ayuda), se despierte con cualquier ruido y duerma menos horas de lo que sería normal para su edad.
Las consecuencias del insomnio infantil saltan a la vista: irritabilidad y nerviosismo, casi siempre acompañados de llanto, posibles problemas de crecimiento, excesiva dependencia de quien lo cuida, etcétera, a lo que hay que sumar los síntomas de unos padres que tampoco descansan bien: agotamiento, sentimiento de culpa, sensación de estar haciéndolo mal, discusiones de pareja. ¿Qué hacer entonces?
Además, se puede:
El límite de los cinco años
Según los expertos, un niño que a los cinco años no ha superado su problema de insomnio tiene más posibilidades de padecer trastornos de sueño el resto de su vida que otro que duerma bien.
Creado: 3 de enero de 2011