Las deposiciones del bebé con lactancia materna
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
La OMS recomienda lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, y complementarla con otro tipo de alimentación hasta los dos años, dejando el momento del destete a elección de la madre y el niño (cuando uno de los dos quiera). Al ser la leche materna el alimento fundamental del recién nacido, será la responsable de las características de las caquitas del bebé en esta primera etapa.
Tras los dos o tres primeros días de deposiciones meconiales, una vez el bebé ha iniciado la lactancia, empieza a hacer deposiciones llamadas ‘de tránsito’, que no son tan compactas como el meconio pero tampoco tan líquidas como las de lactancia materna. Estas cacas son verdosas y grumosas, a veces con algo de moco.
A partir de este momento, que es cuando la madre tiene la subida de leche y la lactancia materna empieza a establecerse de forma más definida, las cacas del bebé cambian. Serán líquidas, a veces algo grumosas, de color amarillo mostaza y sin apenas olor (o con un olor suave).
El número de deposiciones al día puede variar mucho en función de cada niño. Lo habitual es que hagan 2-3 deposiciones al día, aunque hay bebés que pueden hacer una deposición por cada toma. Teniendo en cuenta que la lactancia materna es a demanda (hay que desterrar esa vieja idea de las tomas de pecho cada tres horas), y las primeras semanas pueden hacer 10-12 tomas de pecho, pueden hacer igual número de deposiciones sin que eso sea, para nada, anormal. Es frecuente encontrar en Urgencias padres asustados porque su bebé “tiene diarrea”, cuando es absolutamente normal que un recién nacido de pecho haga varias veces al día caca líquida.
Y aunque es menos frecuente, también está descrito el caso contrario: niños alimentados al pecho que pueden estar varios días sin deponer. El conocido pediatra Carlos González (autor de la guía para la lactancia materna 'Un regalo para toda la vida'), refiere casos en los que el bebé está hasta más de una semana sin deponer. Esto es debido a que la leche materna apenas tiene residuos y se adapta perfectamente a las necesidades del bebé. Cuando después de este periodo el pequeño vuelve a hacer caca, esta sigue siendo blanda, pero más abundante.
En cualquier caso, los padres tienen que armarse de paciencia y una ración extra de pañales, ya que las deposiciones líquidas suelen rebosar el pañal y no es infrecuente que el bebé necesite varios cambios de ropa al día, aunque se tomen todas las precauciones posibles.
Creado: 12 de agosto de 2013