Métodos clásicos de identificación del bebé
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
Las medidas identificativas del bebé se ponen en marcha en la sala de partos, desde el mismo instante del nacimiento y una vez se ha estabilizado al recién nacido, para evitar la confusión del bebé desde el mismo momento en que viene al mundo. Normalmente las realiza la matrona o el profesional médico que atiende al parto. Cualquier otro método identificativo que se adopte posteriormente no tiene validez si no se ha realizado la identificación correcta desde los primeros minutos de vida.
Estos son los métodos clásicos de identificación que tradicionalmente se han venido usando en la mayoría de centros de salud:
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Pulseras identificativas
Es el método de identificación del bebé más clásico y extendido. Se trata de pulseras donde se inscribe del nombre de la madre, el sexo del recién nacido y la fecha y hora de su nacimiento, y que van colocadas en la muñeca de la madre y el tobillo del niño, con un cierre de seguridad que evita manipulaciones y roturas.
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Huella plantar
Junto a las pulseras suponen el método de identificación más utilizado. Una vez cortado el cordón umbilical, tras estabilizar al recién nacido, se toma la huella plantar del neonato junto a la huella dactilar de la madre mediante la impresión en tinta y se transfieren ambos al documento de identificación materno-filial. Suele ser la matrona o bien otro profesional que atienda el parto el que lleva a cabo este procedimiento. La dactiloscopia es un sistema universal de identificación que se basa en que las papilas de la dermis imprimen un particular dibujo sobre la piel que es único en cada persona.
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Huella dactilar
Supone una variación del sistema anterior que hace el proceso más exacto y fiable. En este caso se recoge la impresión dactilar de los dedos índice y medio de la mano derecha del niño y del dedo índice de la mano derecha de la madre y se transfieren al Documento de Identificación Sanitaria Materno-Filial. Este documento consta de dos partes que se separan físicamente: una se archiva en la Historia Clínica de la madre y otra se entrega a los padres tras el parto.
En caso de que por la situación clínica del neonato sean necesarias medidas terapéuticas urgentes, la toma de huellas se pospondrá, realizándose tan pronto como sea posible. La misma actitud se tomará en caso de recién nacidos vivos extremadamente prematuros (menos de 22 semanas) cuya falta de madurez imposibilite la correcta impresión de las huellas.
En los casos en los que el recién nacido presente malformaciones de las extremidades que impidan tomarle las huellas se describirán las mismas en el documento.
Creado: 13 de marzo de 2013