Primera noche sin bebé: a partir de qué edad puedo dejarle
Actualizado: 4 de mayo de 2023
Han sido muchos meses de desvelos, cuidados, y todo el tiempo y la atención puestas en vuestro pequeño. Es lo normal, pero también es natural que los padres tengáis ganas de una pequeña escapada, de una noche romántica…, de un rato, por fin, para disfrutar en pareja. ¿Estáis listos para dejar a vuestro hijo una noche? Seguro que sí, y él también, basta con seguir una serie de consejos para que todo vaya sobre ruedas.
La primera pregunta es a partir de qué edad podemos escaparnos, y la verdad es que es difícil determinar un momento concreto: parece razonable esperar hasta que el bebé haya cumplido por lo menos cuatro o cinco meses, que es cuando empiezan a tener ciclos de sueño nocturno más largos, aunque esto depende mucho de cada niño y de las circunstancias; no es lo mismo un bebé que duerme con sus padres y que se alimenta con lactancia materna en exclusiva, que otro más mayor que puede extrañar y duerme en su cunita.
“No hay una edad concreta; es verdad que en principio mejor si son ya mayores, cuando son pequeños ya nos preocupamos nosotras de no separarnos, pero si tenemos una boda o nos surge algo urgente, si organizamos bien el tema de las tomas y la logística no pasa nada”, explica la psicóloga Leticia García Jérez, experta en niños y fundadora del gabinete Intervención psicológica para todos.
Lo ideal es aplicar siempre el sentido común, y si consideráis que tanto vuestro hijo como vosotros estáis preparados para esa separación y las circunstancias son propicias, adelante.
Elegir a la persona adecuada para cuidar al bebé
El secreto de que la primera salida nocturna transcurra sin problemas radica, sobre todo, en elegir a una persona de confianza para que se quede con vuestro pequeño. En general, la gran mayoría de las veces esas personas son los abuelos, que conocen a vuestro hijo y sus costumbres, y sabrán cómo actuar en caso de que surja algún percance y, sobre todo, os brindan esa seguridad que necesitáis para disfrutar de vuestra salida sin tener todo el tiempo la mente puesta en el bebé.
“Pero si en vez de los abuelos es una tía con la que se lleva mejor, y tiene más confianza, pues con esa persona”, matiza la psicóloga, quien incide en la idea de que es mucho mejor que sea siempre con alguien que el bebé conoce.
Si por la razón que sea no contamos con nadie con ese perfil, siempre podemos recurrir a una niñera o cuidador profesional, tomando, eso sí, algunas precauciones: debemos pedir referencias, y “estaría muy bien hacer una pequeña toma de contacto para que ver cómo reacciona el bebé y cómo interactúan”, aconseja Leticia García, sobre todo si el niño ya ha pasado la frontera de los ocho meses, que es cuando empiezan a no querer saber nada de los desconocidos.
Una vez que tenemos claro con quién lo vamos a dejar, toca planificar la logística. Lo ideal es que la persona que se va a encargar de nuestro hijo se desplace a nuestra casa, y así el niño no cambia de rutinas ni de ambiente. Le pediremos que acuda un poco antes para explicarle todo lo que necesite saber –dónde están las cosas del bebé, los chupetes, biberones, etcétera– y nos acompañe con el baño, la cena y… ¡a dormir! Así, si el bebé se despierta por la noche, no se extrañará de no encontrarse a su padre o a su madre y que le atienda otra persona.
Creado: 5 de junio de 2018