Principales beneficios del Método Madre Canguro
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
En primer lugar, los beneficios del Método Madre Canguro son físicos. Durante el proceso, la temperatura del prematuro es estable, su frecuencia cardiaca se estabiliza y se reducen los episodios de apnea, muy frecuentes en estos bebés, que, en general, respiran mejor, lloran menos y logran relajarse por completo cuando están siendo cangureados.
Otro de sus efectos positivos es que favorece y facilita la lactancia materna. Aunque al principio los bebés prematuros no son capaces de chupar gran cosa, sí estimulan con su presencia la subida de leche, que empieza siendo administrada por sonda nasogástrica, hasta que, poco a poco, los pequeños desarrollan, hacia la semana 34, el reflejo de búsqueda y el instinto de succión. La leche materna es el alimento que mejor toleran y digieren los prematuros, la que mejor les nutre y protege. Más efectiva que las leches de fórmula, también presenta una composición diferente a la de la madre de un recién nacido a término, con mayor cantidad de nutrientes y sustancias inmunológicas que reducen, por ejemplo, la incidencia de las infecciones nosocomiales –consecuencia de la adquisición de bacterias y gérmenes patógenos en el hospital– y de la enterocolitis necrotizante (ECN), una enfermedad intestinal grave a la que son propensos los bebés pretérmino. Los bebés ganan peso más rápido y se van una media de diez días antes a casa. Además, a la larga, mejora su coeficiente intelectual y desarrollo psicomotor y les previene contra las posibles alergias, la hipertensión y el exceso de colesterol.
Estrechando lazos con tu bebé
Esta manera de activar el recuerdo de la vida intrauterina tiene, además, otra vertiente igual de importante: permite a unos progenitores traumatizados y angustiados hacerse cargo de una situación –la prematuridad– que no se esperaban y que les tiene aturdidos y desorientados. Tanto, que ni siquiera tienen la sensación de haberse convertido en padres hasta que no cogen a su hijo por primera vez, una experiencia mágica e inolvidable, y que marca un antes y un después en su relación con el pequeño.
Y trasmitir a sus desvalidos retoños amor y seguridad es lo que pretenden todas las madres canguro. O padres, porque, aunque ellos no pueden darle el pecho, sí pueden, y deben, dar refugio a sus pequeños. Así, padres, madres y bebés aprenden poco a poco a conocerse, un conocimiento que permite a los progenitores ir ganando confianza y destreza en el cuidado de su hijo, primero en el hospital y después en casa, donde se manejan con mayor seguridad.
¿Y hasta cuándo hay que cargar con el pequeño? Pues al igual que los canguros, que abandonan la bolsa cuando ya están listos para enfrentarse al mundo exterior, el bebé prematuro pide libertad de movimiento cuando ya está desarrollado, más o menos en la fecha en la que le habría tocado nacer.
Creado: 9 de agosto de 2011