Actividades y juegos para hacer con los niños en casa
Actualizado: 5 de septiembre de 2022
Los fines de semana, Navidad, los puentes, las vacaciones de verano, Semana Santa... A veces la familia no tiene un viaje programado, o el tiempo no acompaña y no apetece salir de casa. Los niños rebosan energía y están acostumbrados a ocupar la mayor parte de su tiempo entre la escuela, las actividades extraescolares, los deberes, la televisión, jugar... Cuando disponen de las 24 horas del día libres, es necesario que los adultos gestionen el ocio, no solo para evitar que se aburran, sino para buscar alternativas a la televisión y a los videojuegos, y para distribuir el tiempo de forma que toda la familia disfrute de las vacaciones.
Los padres se sienten culpables si no sacan a los niños de casa (al parque, al cine, al zoo, al campo, a la piscina...), pero en casa también se pueden disfrutar muy buenos momentos y aprovechar el tiempo libre para estar en familia, sin las prisas y agobios de los días laborables. Eso les dará la oportunidad de conocer mejor los gustos y necesidades de los niños y disfrutar de una conversación tranquila que, incluso con los más pequeños, depara agradables sorpresas (son mucho más maduros de lo que pensamos y tienen una visión de la vida que merece la pena conocer).
A continuación te damos unas cuantas ideas para que pasar el día en casa se convierta en una fiesta para los más pequeños. Actividades diversas, y también un montón de juegos de los de toda la vida para los que ni siquiera hacen falta juguetes, con diversas ideas y actividades para hacer con los niños en casa.
Ideas para jugar con los niños en casa
¿Qué hacer con los niños en los festivos, días lluviosos o frío de invieno, en Navidad, o simplemente en las tardes en que nos apetece quedarnos en casita? En estos días de fiesta o situaciones los niños revolotean en casa más que nunca. Te contamos algunas propuestas divertidas para que se entretengan a tope y disfrutéis juntos en familia.
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Dibujar:
A todos los niños les gusta dibujar desde muy pequeños, y es una manera excelente de desarrollar su imaginación y creatividad. Aunque no se le dé muy bien y pinte las nubes verdes y la hierba morada, anímale a que dibuje lo que quiera y luego tú prueba a adivinar qué es. Si te resulta muy difícil dile que te dé alguna pista, seguro que os divertís los dos.
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Manualidades con plastilina:
Moldear plastilina es muy entretenido y fomenta la imaginación. Se puede incentivar a los niños proponiéndoles que utilicen la plastilina para recrear un determinado ambiente o sus personajes de dibujos favoritos, así tendrán un objetivo y, además de divertirse, les servirá para practicar la coordinación motora fina y mejorar su destreza manual.
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Hacer un collage:
A los niños les encantan todos los objetos y materiales que no se emplean habitualmente para jugar, por eso proponemos hacer un collage reuniendo lo que encontremos por casa como: algodón, lentejas, arroz, macarrones, botones, recortes de revistas, hilos de colores, lana... Podemos echar mano también de las piedrecitas y conchas que recogimos en la playa, las hojas que se le han caído a los árboles del parque o a las plantas de casa, palitos, flores, etc. Comprando una cartulina que no sea muy fina, o cortando un lateral de una caja grande de cartón, ya tendremos el “lienzo” donde plasmar nuestro collage, con la ayuda de pegamento.
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Leer cuentos o libros:
Para conseguir que un niño se aficione a leer hay que escoger libros que le “enganchen” (te proponemos 10 libros ideales para niños), que cuenten historias entretenidas o traten sobre temas que le interesen, como los dinosaurios. Después de leer, hazle preguntas sobre lo que ha leído, lo que más le ha gustado, cómo eran los personajes… incluso estaría muy bien que escribiera una ficha sobre cada libro que lea en la que figure un resumen del argumento, el nombre de los principales personajes, por qué le ha gustado, y las palabras que no haya entendido con su significado (que tendrá que buscar en el diccionario).
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Recortables y puzzles caseros:
Se pueden dibujar las figuras (sus personajes favoritos, animales, muñecos) o comprar láminas, o imprimirlas desde alguna página web, donde ya estén dibujadas esas figuras, para que los peques las pinten y les den su toque personal. En una hoja grande se pegan las figuras recortadas y pintadas, y se dibuja un escenario (campo, playa, bosque, desierto, montaña, granja, paisaje nevado) en el que se inventa una historia que les sucede a los personajes creados. Otra posibilidad es recortar de revistas de decoración y folletos publicitarios las fotografías de los muebles (camas, mesas, sillas, sofás), lámparas y accesorios para el hogar, y emplear hojas grandes o cartulinas para dibujar las diversas estancias de una casa, que después se pueden decorar, mitad dibujando, mitad pegando los muebles recortados. Incluso podemos dibujar a los miembros de la familia y situarlos dentro de la casa.
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Disfrazarse:
En las tiendas se encuentran todo tipo de disfraces muy asequibles pero, con un poco de imaginación y algo de maña, resulta más divertido utilizar prendas y accesorios de varios miembros de la familia y confeccionar un disfraz casero dándole un toque personal. Se pueden introducir variables, como darle a los niños los elementos necesarios y que sean ellos los que decidan cómo emplearlos para convertirse en un pastor, una princesa, un vampiro, un hombre primitivo, una cantante de éxito...
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Una casa para los niños:
Solo hace falta una gran caja de cartón para convertirla en la casa de sus sueños. Si guardas en el trastero alguna caja lo suficientemente grande como para que el niño quepa dentro, este es el momento de sacarle provecho. También se puede conseguir en los comercios que venden embalajes especiales para mudanzas (te la dan desarmada, por lo que es muy fácil de transportar). Coloca la caja boca abajo y recorta los huecos que se convertirán en la puerta y las ventanas. A partir de ahí, el niño se pondrá manos a la obra para pintarla y decorarla a su gusto: el marco de la puerta y las ventanas, el tejado, unas macetas con flores... Si no se dispone de una caja, no importa, se pueden utilizar varias sillas que sostengan en sus respaldos una sábana grande, y entonces tendremos una estupenda tienda de campaña. Si la sábana es vieja, podemos recortar también una puerta y ventanas (que se pueden cubrir con plástico transparente para que pase la luz) y dejar que el niño dibuje sobre ella.
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Videojuegos sí, pero mejor en familia:
Los padres pueden dedicar una parte de su tiempo libre a compartir la afición de sus hijos por los videojuegos. Al fin y al cabo, cuando ellos eran pequeños no existían las maravillas de la técnica que permiten convertir la pantalla del televisor en un campo de juegos infinito. Aunque los videojuegos no sean del agrado de todos, a muchos adultos les gustan tanto o más que a los niños, y pueden poner en práctica su habilidad y su ingenio mientras pasan un buen rato con sus hijos.
Creado: 28 de diciembre de 2010