Características del primer teléfono móvil para tu hijo
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
Si ya has decidido adquirir un terminal para tu pequeño es importante tener en cuenta una serie de características que nos ayudarán a que el uso que se haga de él sea el adecuado. Comprar un teléfono móvil a nuestro hijo no debe suponer un esfuerzo excesivo para la economía familiar, y él o ella tiene que ser consciente del gasto que supone y, en la medida de lo posible, ha de hacerse cargo del dispositivo (por ejemplo, destinando un dinero de su paga o sus ahorros a adquirirlo y a pagar lo que consuma).
Así, que la niña o el niño tenga su primer móvil a los 12-13 años debe ser lo más sencillo posible (lo que evidentemente va emparejado con un menor precio). Sin embargo, desde la compañía Samsung indican algo muy curioso, que a partir de los 12 años los niños no se conforman con un móvil de gama baja, sino que ya demandan uno de gama media. Precisamente en esto debemos ser firmes y no ceder a sus caprichos. No tiene sentido que el teléfono de un niño de estas edades sea un smartphone de última generación, con un sinfín de prestaciones.
De hecho, lo ideal es que ni siquiera tenga acceso a Internet. Gestionar bien el uso de la Red supone una vigilancia más exhaustiva, una educación internauta que abarca muchos ámbitos y que se debe comenzar a hacer en un ordenador instalado en la casa, a la vista de los padres. Por tanto, si el dispositivo lo permite, deberemos dar orden a la operadora de telefonía elegida para que impida la conexión.
En cuanto a la forma de pago, un móvil de prepago es una buena opción para limitar el gasto de los niños, y para que ellos mismos aprendan a gestionar el crédito del que disponen. Si tu hijo agota el saldo muy rápido, debes hacerle entender que las recargas no pueden ser inmediatas ni descontroladas.
Pero si optamos por un teléfono de contrato, estudiaremos muy bien las tarifas, buscando las alternativas que mejor ajusten el gasto, que no exijan un consumo mínimo, ni cobren por el establecimiento de llamada. Por supuesto, evitaremos las tarifas con conexión a Internet.
Cada compañía ofrece unas ventajas u otras, e incluso algunas ponen a disposición de los padres servicios interesantes como el de cobro revertido, para que el niño pueda hacer llamadas aunque no tenga saldo, o el de restricciones de llamadas y mensajes. Debemos, por tanto, informarnos muy bien de todas las posibilidades, siempre evitando lo que pueda disparar el gasto, y favoreciendo lo que pueda facilitar el ahorro (por ejemplo, una tarifa que comparta nuestro mismo operador móvil, para que las llamadas entre los miembros de la familia sean gratuitas).
Además, en el caso de los móviles de contrato, es más fácil supervisar los números a los que llama el niño, los horarios en los que lo hace más a menudo y, en general, tener una información más completa, mes a mes.
Valorad bien cada opción, porque algunas suponen más responsabilidades para vuestro hijo. Dadle un voto de confianza, él os lo agradecerá.
Creado: 21 de diciembre de 2015