Claves para elegir el triciclo de tu hijo

Cuando el niño ya sabe andar, un triciclo puede seguir ayudándole en su desarrollo y mejorar habilidades como la coordinación de movimientos o la orientación espacial. Se trata de un juguete de tres ruedas (algunos de ellos, cuatro) que requiere que nuestro hijo pedalee; por tanto, lo recomendable es que esperemos hasta que tenga entre 18 y 24 meses.

Aunque hay algunos triciclos especialmente pensados para los más pequeños que no tienen pedales y, por tanto, se pueden usar desde los 15 meses, aproximadamente. Éstos suelen llevar una barra detrás y, en algunas ocasiones una especie de manillar articulado, con lo que es el adulto el que los empuja y guía, pudiendo controlar totalmente los movimientos y direcciones en las que va el triciclo (muy similar a los correpasillos). Eso sí, tienen que disponer de anclajes y sujeciones para que el niño no se caiga (entre las piernas y por la cintura). En este caso son más un vehículo o juguete de paseo.

Algunos modelos de pedales también incorporan una barra trasera, y otros incluyen unos reposapiés, por si el pequeño se cansa de pedalear. Llegado el momento de elegir el triciclo que le vamos a comprar a nuestro hijo, si es con esta barra, debemos valorar que sea robusta, para poder manejar bien el juguete.

Otro detalle a tener en cuenta es que sea lo más sencillo posible y que no tenga luces o cualquier tipo accesorios que puedan llamar la atención del niño y lo distraigan de la conducción.  

Además, si optamos por un triciclo evolutivo nos tendremos que fijar en que permita que la distancia entre el sillín, los pedales y el manillar puedan regularse. Así se irá adaptando al niño según vaya creciendo. 

Por último, hay algunos triciclos a los que se les pueden añadir accesorios como una sombrilla para proteger al niño del sol o algún remolque trasero.

Lo más importante es que nunca te despistes cuando tu hijo esté usando su triciclo y no le dejes manejarlo por lugares que no sean seguros: lo mejor para que los disfruten sin peligro son los parques y las zonas cerradas al tráfico. Y si le equipas con protecciones como un casco, coderas y rodilleras, mejor que mejor.