El juego heurístico es una actividad sencilla de implementar y muy económica, ya que no requiere de una inversión en materiales. Además, no ofrece diferentes variantes, sino que, como afirma Jenny Silvente, experta en aprendizaje activo, profesora y fundadora del proyecto Ver, pensar, sentir, “solamente existe un juego heurístico”, ya que son los propios niños quienes realizan las combinaciones con sus acciones y sus juegos, algo para lo que “únicamente necesitan materiales inespecíficos y tiempo”.
No obstante, estos son algunos consejos para poner en práctica una sesión de juego heurístico con tus hijos o alumnos:
- Se recomienda llevar a cabo el juego heurístico en un espacio amplio y libre de otros juegos y juguetes, para de esta forma evitar distracciones y garantizar la máxima atención por parte de los niños.
- Los materiales usados para el juego deben ser diversos en cuanto a formas y texturas, priorizando elementos de la naturaleza (por la experiencia sensorial que ofrecen) u objetos de uso cotidiano. No deben ser juguetes, ni materiales con un fin pedagógico. Explica Silvente que estos materiales “se pueden ir variando”, como también puede modificarse “su presentación”, para sorprender y para que los niños no se aburran.
- Hay que disponer también de una serie de envases que permitan a los niños meter, sacar, llenar, vaciar y mezclar. Así como de unas bolsas de tela o cajas de cartón para agrupar los materiales a la hora de la recogida.
- La sesión de juego heurístico debe durar entre 30 minutos y una hora, que es el tiempo durante el que los niños mantienen la atención. No obstante, el adulto debe estar atento para dar por finalizado el juego en cuanto vea que los pequeños se cansan. Durante el tiempo en el que se desarrolla el juego, los niños no deben tener distracciones de otro tipo.
- En la fase de juego propiamente dicha el adulto no participa, solo es un espectador privilegiado que no debe proponer, estimular o dar ideas a los niños. No obstante, debe prestar atención por si debe intervenir en casos de disputas o peleas por un objeto. Su rol adquiere más protagonismo en la preparación del juego y en la fase de recogida.
- Como juego propio de las pedagogías activas, se trata de una práctica que respeta los ritmos de desarrollo del niño, por lo que es importante no obligar a los pequeños a realizar cosas para las que aún no están preparados. Esto adquiere especial importancia en la fase de recogida.
- Por último, según Jenny Silvente, hay que tener en cuenta que el juego heurístico “forma parte del día a día de los niños”, por lo que en su opinión “no tiene sentido organizarlo como una sesión a parte, sino que es mejor incluirlo como una propuesta más de juego al que puedan acceder siempre que quieran o lo necesiten”.