La importancia del juego en los recién nacidos
Actualizado: 5 de septiembre de 2022
El juego cumple un papel fundamental en los bebés: favorece su progreso, tanto físico, como intelectual, afectivo y también social. Los bebés nacen, de hecho, programados para jugar, a su manera, claro. Empiezan cogiéndose sus manos y pies y a los pocos meses ya son capaces de armar una torre de piezas. Por eso, para que de verdad sean efectivos, los juguetes del bebé deben estar adaptados a su grado de desarrollo. No vale de nada ofrecerle maravillas muy sofisticadas a un bebé que no puede ni siquiera distinguir los colores.
Los juguetes no son muy importantes hasta los cuatro meses, que es cuando el bebé querrá empezar a cogerlos. Pero sí es vital en ese tiempo hablarle, arrullarle, acariciarle, cantarle canciones con voz suave y rodearlo de una decoración estimulante y objetos que atraigan su atención o produzcan sonidos.
Y es que, en los primeros meses al bebé le llama mucho la atención las características sensoriales de los objetos: colores, brillo, movimiento, sonidos, texturas. Mira los objetos, los toca, escucha los sonidos que emiten. Aprende cómo son: si son suaves o rugosos, duros o blanditos, grandes o pequeños, multicolores, se mueven o no.
A partir de los cuatro meses le gustarán más los que puedan coger con la mano, como un ruidoso sonajero. También es el momento de socorridos mordedores.
Un consejo: tampoco os paséis con la estimulación. El bebé necesita periodos de calma y tranquilidad. Si le ofrecéis un juguete y no lo interesa, no insistáis.
Entre los dos y seis meses le pueden gustar estos juguetes:
Creado: 19 de mayo de 2015