Niños y teletrabajo: ideas para sobrellevar el confinamiento

La situación excepcional que estamos viviendo como consecuencia del coronavirus SARS-CoV-2 ha obligado a las empresas y trabajadores autónomos a cambiar la forma de trabajar. En el caso de España, entre las medidas lanzadas por el gobierno no queda regulado el teletrabajo en el decreto del estado de alarma, pero sí se ha lanzado un mensaje claro a nivel institucional: en la medida que sea posible, y en las profesiones que lo permitan, se debe facilitar el teletrabajo. Esto, que es nuevo para muchas personas, presenta diferentes retos como la cuestión tecnológica o los horarios. En el caso de familias con niños pequeños se suma un reto más: atender las necesidades de los más pequeños al mismo tiempo que se asumen las tareas laborales. Dos tareas enormes. Recogemos a continuación algunas ideas que pueden servirnos para mantener el equilibrio entre trabajo, deberes y entretenimiento. O al menos para intentarlo.

Ideas para organizarse y sobrellevar el confinamiento en familia

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  Vestirse y potenciar la autonomía

  ¿Pijama o chándal? ¿Nos vestimos? ¿Hacemos la cama o la dejamos sin hacer? Expertas en teletrabajo como María Rivero recomiendan que las personas que trabajan desde casa mantengan rutinas como hacer la cama o ventilar la casa, y no dejen de vestirse y asearse aunque no vayan a salir del domicilio. Parece una medida fácil de seguir pero no lo es tanto cuando los días trabajando en casa se suceden. ¿Es tan importante? Lo es. Por un lado, la vestimenta nos desconecta en cierto modo de los momentos de calma, de la comodidad del hogar, y nos sitúa en otro lugar: en un espacio profesional. Esto además nos permite separar los momentos del día y no sentir que vivimos en un déjà vu constante.

  La recomendación no cambia en el caso de tener que teletrabajar desde casa con niños. Para ellos también es positivo poder separar los momentos del día, más aún cuando son muchos los días consecutivos que las criaturas pasarán en casa. Ahora, con un ritmo más calmado, sin el estrés de las mañanas y los atascos, ayudarles a entrenar la autonomía cobra más sentido que nunca. Si son pequeños, dejar que se vistan solos, o que aprendan a hacerlo, que se aseen, y que incluso hagan su cama les ayudará a ganar confianza y a asumir pequeñas responsabilidades cotidianas.

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  Establecer una rutina (y seguirla)

  En la línea de lo anterior, es recomendable crear un planning semanal con lo que vamos a hacer a lo largo del día. Mejor si es en familia, junto a los niños, porque ellos también son parte de la organización doméstica. Además, hacerlo con ellos les puede servir para que vean con claridad qué parte del día dedicamos a cada actividad. No se trata de crear un cuadro semanal rígido, con horarios muy marcados, pero sí de tener una idea de lo que podemos poner en práctica cada día, y qué tiempo necesitamos dedicar a las tareas escolares o laborales.

  Eso sí, con cuadrante o sin él, conviene saber que es necesario rebajar las expectativas: no siempre el día a día transcurre como esperamos. Asumirlo descarga parte de nuestra mochila vital de culpa y autoexigencias.

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  Actividades para hacer en casa: tareas, manualidades, leer…

  El tiempo que los adultos deben dedicar al trabajo puede ser aprovechado por los más pequeños para realizar manualidades y experimentos. Instagram y Pinterest se han llenado de este tipo de actividades para que los más pequeños puedan entretenerse durante el tiempo que dure el confinamiento. Las hay que requieren de la ayuda de un adulto, pero otras muchas pueden hacerlas solos. La elección dependerá de la edad y del grado de autonomía de los niños. Hacer figuras con plastilina o arcilla, pintar con los dedos, dibujar o construir edificaciones con palitos atraerá seguro a los más pequeños. En el caso de los más mayores se les puede animar a construir un cuento, teñir arroz con colorante alimentario y hacer diferentes creaciones (un cuadro, un bote con filas marcadas por color…) o fabricar plastilina casera o sus propios disfraces.

  Ante el cierre de los centros educativos, la mayoría de docentes han establecido una serie de tareas que deben ser seguidas por los niños y niñas durante el tiempo que dure el aislamiento para que esta pausa les afecte lo menos posible. La formación online se ha colado así inevitablemente en muchos hogares. Dependiendo de la edad y del centro escolar el volumen de tareas puede ser mayor o menor, pero, en general, es seguro que parte del tiempo laboral de los adultos puede ser empleado por los niños en los deberes o tareas escolares.

  Otra actividad imprescindible para los niños en tiempo laboral: leer. Si queremos que nuestros hijos e hijas amen la lectura nosotros, sus adultos de referencia, debemos ponerlo fácil. No basta con pedirles que lean: hay que crear el ambiente proclive a la lectura y esto pasa por tener más libros en casa, regalar cuentos en lugar de regalar sólo juguetes y que vean a sus padres leer habitualmente.

  El cine y los documentales también puede ocupar parte del tiempo de la semana. Las plataformas digitales que ofrecen este tipo de contenido tienen disponibles amplios catálogos en los que encontramos opciones para todos los gustos y todas las edades. Dibujos aparte, otras como Los Goonies, Indiana Jones, Los cazafantasmas, Esta casa es una ruina… son títulos de nuestra infancia que seguro nos gustará revisitar con nuestros hijos. Los documentales son otra opción estupenda: además de ser una fuente de entretenimiento también lo son de aprendizajes. 

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  El ejercicio físico: más importante si cabe

  Si bien unas horas al día se pueden dedicar a lo intelectual (leer, trabajar, tareas escolares), otra parte del día exige movimiento. No todas las casas disponen del espacio digno, de unas condiciones adecuadas, pero en la medida de lo posible hay que moverse y bailar es una opción fantástica. Bailar nos libera del estrés, del aburrimiento y del sedentarismo. Bailar es divertido. ¿A qué niño no se le van los pies cuando escucha una melodía? No hace falta saber bailar, sólo dejarse llevar. Si preferimos un baile más estructurado, encontramos en YouTube un montón de canales con coreografías basadas en diferentes ritmos musicales, desde rock hasta salsa o zumba.

  Otra idea: diseñar circuitos de retos y gymkanas. Toboganes con cojines, obstáculos con juguetes, levantamiento de “peso”, malabares, equilibrio… Los circuitos de retos son un éxito familiar. Si queremos sumar dificultad podemos optar por una gymkana: se tratará de poner pistas y de superar retos para resolver el enigma final o encontrar un objeto escondido.

  Gimnasia tradicional o una actividad como el yoga nos ayudarán a mantenernos activos. Lo ideal es mantener esta rutina a diario, y no sólo durante el tiempo que dure el confinamiento. De nuevo YouTube se convierte en nuestro mejor aliado en este sentido. Canales como Yogic o Xuan Lan Yoga son ideales para aprender yoga, y Gymvirtual para tomar ideas de ejercicios.  

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  Las tareas domésticas son parte de todos

  Qué mejor momento que esta pausa vital para tomar conciencia del valor del trabajo doméstico. Si en casa somos un equipo, debemos serlo en todos los aspectos y este también es importante. Desde iniciativas como Pequeños amos de casa se anima a las familias a involucrar a todos sus miembros en las tareas del hogar. En su web podemos encontrar información y recursos para incorporar estas actividades a nuestras rutinas familiares. Fregar el suelo, pasar el aspirador, poner una lavadora, poner y recoger la mesa… Son muchas las oportunidades de aprendizaje que el día a día les ofrece a los niños y las niñas. Y de paso, claro, fomentamos la corresponsabilidad. Si son más mayores, también podéis probar a ir dejándoles cocinar con vosotros o prepararse las meriendas. 

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  Balcones, terrazas y jardines

  Las familias que tienen el privilegio de vivir en una casa digna, con algún tipo de espacio abierto al exterior, ya sea un balcón, una terraza, un patio o un jardín, es seguro que pasaran este periodo de confinamiento de forma mucho más saludable y con menos estrés. Para los niños y niñas el juego al aire libre y el movimiento es una necesidad vital. Y lo es a nivel físico, pero también a nivel cognitivo.

  Pasar ratitos al sol y organizar actividades en estos espacios será muy beneficioso para todos. En función del tamaño de dicho espacio se pueden establecer diferentes actividades como saltar a la comba, tomar el desayuno al aire libre, pintar o cuidar las plantas si disponemos de ellas.

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  ¿Aburrimiento? También es bienvenido

  Pasamos la vida corriendo de un sitio a otro. Horarios escolares que se alargan, extraescolares, deberes, deporte… Los niños están permanentemente ocupados, y apenas tienen tiempo de aburrirse. Este tiempo de confinamiento puede servir también para parar y para reflexionar sobre la intensidad de nuestros días. ¿Deben estar los niños ocupados todo el tiempo?

  El aburrimiento puede servir para alimentar la creatividad, el conocimiento de uno mismo, la calma. Dejemos un espacio de nuestro planning vital para que el aburrimiento pueda llegar sin que le tengamos miedo de antemano.

Planning de actividades para niños para conciliar durante el aislamiento 

En cualquier caso, y para ayudaros con la difícil organización del día en casa con toda la familia en aislamiento os proponemos un planning adaptable a cada caso que combina las horas para trabajar, educar, jugar y mantener rutinas saludables. Con un poco de orden puede ser posible.