Introducción de la leche de vaca en bebés
Actualizado: 29 de julio de 2022
La introducción de nuevos alimentos durante la diversificación alimentaria responde no sólo a las necesidades nutricionales del bebé, sino también al correcto desarrollo neuromuscular y a razones familiares, culturales y sociales.
La leche de vaca entera puede presentar inconvenientes si se introduce precozmente, al producir una sobrecarga renal e incrementar el riesgo de aparición de alergia o intolerancia a este alimento. Además, el menor contenido en hierro de la leche de vaca puede dar lugar a anemia ferropénica y a un déficit de hierro sin anemia, pudiéndose traducir en problemas de conducta y desarrollo psicomotor del bebé. Por ello, se recomienda no administrarla hasta el año de edad, como mínimo, siendo conveniente prolongar la administración de fórmulas modificadas hasta los 2-3 años de edad.
En cuanto a los derivados lácteos, el yogur puede administrarse a partir de los 9-10 meses, y es recomendable que este producto esté elaborado a partir de leche de vaca modificada.
En cualquier caso, si no hay contraindicación médica, la introducción de la leche de vaca y sus derivados deben ser a partir de leche entera. El bebé tiene una demanda energética específica durante su crecimiento y desarrollo que la leche entera ayuda a cubrir muy adecuadamente.
Creado: 7 de septiembre de 2012